Durante muchos años, ha existido en la industria de la música esa regla no escrita de que el tercer disco de una banda, es el que nos probará realmente de que están hechos, pues habitualmente los consolida o los destruye.
Tal regla puede aplicarse a la perfección a los Maccabees, aquel discreto quinteto de Londres a quienes descubrimos por ahí del 2007 con canciones como ‘About Your Dress’, ‘First Love’ y la encantadora y sentimental ‘Toothpaste Kisses” y que esta semana lanzaran el tercer disco de su carrera, “Given To The Wild”, el cual nos ha traído de cabeza en estos días.
Si bien hay que decirlo, el talento de los Maccabees nunca ha estado en duda, sus primeros dos discos (Colour In It del 2007 y Wall Of Arms del 2009) carecían de ciertos elementos que los privaron del reconocimiento que probablemente merecían.
Tras varios meses en el estudio y con cada uno de sus integrantes trabajando por separado de la mano de Tim Goldsworthy de la DFA, los Maccabees regresan con un contundente tercer disco que seguramente los consolidará como uno de los actos más importantes de la escena independiente del Reino Unido, gracias a los diversos paisajes por los que nos transporta a lo largo de sus trece tracks, pasando desde los momentos más íntimos y sentimentales como la introducción que da nombre al disco, y ‘Child’, hasta el frenesí de nuestra más reciente obsesión en la oficina, cómo lo es Pelican, haciendo de “Given To The Wild” una obra que sin lugar a dudas merece ser escuchada.