Ora sí, nada de chancla vengadora, pellizcos y, muchos menos, cinturonazos de esos que acostumbraban en viejas épocas. De aplicar estos agresivos “estate quieto” a los…
Ora sí, nada de chancla vengadora, pellizcos y, muchos menos, cinturonazos de esos que acostumbraban en viejas épocas. De aplicar estos agresivos “estate quieto” a los…