La familia de Ginny puso una denuncia con la Policía Ambiental de Zacatecas y mientras está a la espera de que el caso avance, en redes se ha compartido el hashtag #JusticiaParaGinny, una michi que fue secuestrada y asesinada en la cuarta sección de Colinas del Padre, aunque también se pide que un grupo de niños sea investigado por la muerte de la gatita.
¿La razón? Los familiares de Ginny recibieron un mensaje —firmado hasta con un alias— que advertía del secuestro de la gatita y creen que fue escrito por niños.
Un caso muy complejo, ¿no? Porque en esta denuncia se mezcla el maltrato animal presuntamente ejercido por menores —y si la investigación lo dice, las autoridades de Zacatecas deberán trabajar con atención para prevenir, corregir y erradicar estas actitudes.
#JusticiaParaGinny
“Muchos padres se han convertido en proveedores de sus hijos, descuidando la parte fundamental de involucrar diversos valores y educación en los niños, esto, desafortunadamente ha propiciado que los infantes se conduzcan por caminos no adecuados, lo cual deriva en la desintegración del tejido social.
Hoy en día nos estamos acostumbrando a ver escenas de muertes, excesos y situaciones verdaderamente torcidas e incomprensibles.
El día de ayer, con saña exagerada, un grupo de niños asesinó a una gatita indefensa utilizando métodos realmente sanguinarios”.
Este es un fragmento del mensaje de una de las familiares de Ginny. Aquí, ella denunció de manera directa a un grupo de niños por el asesinato de la gatita, que sucedió el 16 de noviembre en el barrio de Colinas del Padre, Zacatecas.
Además de que la gatita fue torturada, su cuerpo fue hallado en una bolsa, afuera de casa y con el mensaje que les platicamos —copiando el modus operandi del crimen organizado.
La familia en corto presentó una denuncia ante la Policía Ambiental, pues (además) en Zacatecas los casos de maltrato o crueldad animal son sancionados por ley. Las sanciones van de uno a tres años de prisión y una multa por 200 y hasta 400 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) —o sea, hasta 35 mil 848 pesos.
Si el agresor provocó el sufrimiento del michi o el perrito previo a su muerte, entonces las sanciones aumentan.
Sipinna en Culiacán
En 2020 hubo un caso más o menos similar en Culiacán, pero con perritos. Aquella vez el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) intervino porque igual la denuncia señalaba a un grupo de menores como los responsables de maltrato animal.
Lo que hizo Sipinna fue darle seguimiento al caso y pedir a la gente que evitara criminalizar porque la cárcel no resolvería de raíz este problema.
Margarita Urías Burgos, secretaria Ejecutiva de Sipinna, explicó que tenían que detectar qué pasaba con los menores, si ellos también vivían una situación de violencia y llegar al fondo para evitar que se repitieran más casos de maltrato animal.
En el caso de la gatita Ginny, su familia compartió lo siguiente:
“Desde aquí reprobamos tajantemente este tipo de conductas antisociales y exigiremos una pronta y puntual respuesta de parte de las autoridades.
Queremos un Zacatecas libre de violencia, queremos niños sanos y productivos, los animales son parte de nuestro entorno y ellos también sienten, no hay crímenes mayores ni menores”.
