Lo que necesitas saber:
Tras la muerte de Alexei Navalny, Yulia Navalnaya se ha dedicado a continuar con la campaña opositora en contra del gobierno de Valdimir Putin que encabezó su esposo.
Cinco meses después de que Alexei Navalny falleciera en las condiciones más irregulares (todo apuntando a lo peor), su viuda, Yulia Navalnaya, ahora está en la mira de las autoridades de Rusia. Más que eso: ya cuenta con orden de aprehensión en su contra.
“Lo principal es que Vladimir Putin es un criminal”: Yulia Navalnaya
De acuerdo con medios internacionales, Yulia Navalnaya está con orden de aprehensión de parte de Rusia por, supuestamente, participar en un grupo considerado como “extremista”… tomando en cuenta que, en Rusia, consideran como “extremista” a todo grupo contrario al gobierno de Vladimir Putin. Incluyendo organizaciones civiles.
Pero, bueno… en el caso de Yulia Navalnaya, las autoridades rusas tendrán un poco difícil cumplir lo que luce como una persecución política, ya que para que ésta sea completada (la detención) se tiene que tomar en consideración que la clasificada como disidente está, desde hace tiempo, en condición de exiliada. Se desconoce dónde.
“Cuando escriba sobre esto, no olvide escribir lo principal: Vladimir Putin es un asesino y un criminal de guerra”, publicó Navalnaya en X, luego de darse a conocer la orden de aprehensión en su contra, en un acto que ha sido tomado como un llamado a que la posibilidad de su detención no distraiga a activista de lo realmente importante: la campaña que existe en contra del líder ruso.
“Su lugar [de Vladimir Putin] está en prisión, y no en algún lugar de La Haya, en una acogedora celda con televisor, sino en Rusia, en la misma colonia y en la misma celda de 2 por 3 metros en la que mató a Alexei”.
Navalnaya dijo que continuaría con la campaña opositora de Alexei Navalny
De hecho, según indica The Guardian, la orden de aprehensión en contra de la viuda de Alexei Navalny fue emitida por un tribunal de Moscú en ausencia. De completarse la orden, en teoría, ésta sólo sería efectiva por dos meses… en teoría.
Yulia Navalnaya comenzó a estar (más) en el foco de las autoridades rusas (y de la prensa internacional) cuando, hace cinco meses, murió su esposo Alexei Navalny, uno de los principales críticos y líderes opositores del gobierno de Vladimir Putin y quien cumplía una sentencia de 19 años de prisión por, precisamente, oponerse a la administración de Putin.
La muerte de Navalny sucedió en las condiciones más poco transparentes posibles: en la prisión Lobo Polar, un penal ubicado en el lejano Ártico de Rusia. Bueno, de por sí: en 2020, mientras volaba con dirección a Musculadas, cayó “enfermo” como consecuencia de envenenamiento por novichok, una sustancia que ataca el sistema nervioso y que, por allá de los 70-80, fue sello de la casa de la Unión Soviética.
“Continuaré el trabajo de Alexei Navalny… Quiero vivir en una Rusia libre”, señaló Yulia Navalnaya a los pocos días de la muerte de Alexei Navalny, colocándose, entonces, como líder de la oposición al gobierno de Vladimir Putin. Cabe recordar que Navalny era considerado para ser candidato a la presidencia de Rusia. Al menos, estaba en la lista de posibles candidatos para las recién celebradas elecciones en las que Putin ganó (¡sorpresa!).