Apenas el 19 de mayo, la niñez de Homún, Yucatán, ganó un amparo en pro de su derecho a un medio ambiente sano, salud y vida digna, luego de que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmara la suspensión de la megagranja porcícola ubicada en esta zona del sur de nuestro país. Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para esta comunidad. ¿Por qué?
El domingo 23 de mayo, la organización civil Indignación denunció represalias por parte del gobierno de Yucatán —mediante un operativo para clausurar los paradores de los defensores y las defensoras del agua en Homún.
La voz de la comunidad de #Homún hace un llamado sobre la discusión de su caso en la @SCJN. Mira el mensaje de quienes están defendiendo los cenotes, el agua, el medio ambiente y el derecho a la libre determinación#GuardianesDelAgua 💧
Más información: https://t.co/RyCYA9mwFR pic.twitter.com/IgmjQfdirB— Equipo Indignación (@indignacion_dh) May 19, 2021
De acuerdo con Indignación, este operativo fue una represalia en contra de esta comunidad —que se la rifó en la defensa de los cenotes y el medio ambiente— ante la construcción de una megagranja porcícola que se supone albergaría hasta 49 mil animales.
Si no escuchaste hablar de este caso durante la semana pasada o apenas estás topando lo que pasa con esta comunidad, aquí va un breve resumen de la lucha de la comunidad de Homún para preservar el ecosistema en Yucatán.
La megagranja porcícola en la reserva Anillo de los Cenotes, Yucatán
Este caso ya lleva años y ha ido de amparos hasta recursos legales por parte de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (Papo) para poder operar en Homún.
Todo comenzó en 2016, cuando esta compañía pidió chance al municipio de Homún de cambiar el uso de suelo de un predio para construir una granja de cerdos —con capacidad para criar alrededor de 49 mil 252 cerdos para proveer a otra empresa.
En 2017, ante las protestas de la población, el Cabildo del municipio echó a bajo el permiso para que Papo operara. Sin embargo, la empresa se fue a un juicio de nulidad y ahí empezó la pugna legal.
Un año más tarde una jueza del cuarto Distrito con sede en Mérida ordenó suspender la construcción de esta megagranja y el asunto se fue hasta la SCJN, por iniciativa de la empresa.
La suspensión fue a raíz de un amparo presentado por seis niños y niñas de Homún, que explicaban la importancia de que Papo no construyera la megagranja porcícola —porque uno de los principales problemas es que la granja de cerdos se ubicaba precisamente en la reserva estatal geohidrológica del Anillo de Cenotes.
Y por ende, su operación causaría afectaciones en el medio ambiente —hay un buen de casos conocidos de contaminación del agua y de los cenotes vía este tipo de granjas en Yucatán.
De hecho, el decreto de la creación de esta reserva ordena la prohibición de cualquier actividad que impacte —a corto, mediano o largo plazo— en el ecosistema.
Acusan represalias contra la comunidad
“Dos días después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió a favor de la infancia de Homún, el gobierno del estado de Yucatán realizó un operativo y clausuró los paradores de los más visibles defensores del agua de este pueblo maya”.
Indignación acusó al gobierno de Yucatán —a cargo del panista Mauricio Vila— de responder con represalias mediante el cierre de los paradores y cenotes.
“El equipo Indignación considera que este operativo es un claro acto de represalia.
Nos preocupa que pudiera derivar en la criminalización contra defensoras y defensores del medio ambiente y los derechos de los pueblos”.