YouTube una vez más puede verse en la silla de los acusados por aquello de los derechos de autor, y es que el gigante de los servicios de streaming por video ahora enfrenta una demanda de hasta mil millones de dólares. En esta ocasión no son las grandes disqueras o los conglomerados los que apuntan el dedo sino los mismas artistas cuyos videos musicales representan una fuente considerable de reproducciones.
Las canciones de artistas como Pharrell Williams, The Eagles, Smokey Robinson, John Lennon, Chris Cornell, entre otros 40 actos, son representadas jurídicamente por un nuevo grupo llamado Global Music Rights. Su fundador, Irving Azoff, dice que YouTube carece de los derechos de subir contenido producido por sus artistas, esto a pesar de que el sitio ha firmado acuerdos con las disqueras.
Al enfrentarse a YouTube, Global Music Rights se está topando contra un gigante todavía más imponente, Google. Dueño de YouTube desde 2006, Google tiene planes de lanzar su propio servicio de streaming llamado Music Key en 2015, el cual será la competencia de otras plataformas digitales como Spotify, Rdio y Pandora. Los asesores jurídicos de Google han declarado que YouTube sí tiene los derechos de reproducir videos en el sitio.
Sin embargo, Azoff y sus abogados afirman que YouTube se ha negado a compartir la documentación pertinente ya que presumen que ésta no existe. Global Music Rights afirma que se han lanzado contra Google y YouTube porque son los menos cooperativos de todas las plataformas de streaming en internet y supuestamente los peores ofensores.
Se trata de una batalla más en la guerra entre artistas y las nuevas tecnologías en lo que alguien pueda encontrar un modelo sustentable que sea rentable para todos los involucrados en las industrias del entretenimiento, particularmente la música. Mientras tanto, te dejamos el video de “Happy”, aprovechando que todavía lo puedes ver totalmente gratis.
