Es muy común que en el beisbol, los bats que utilizan los jugadores para hacer volar la pelota por encima de las vallas del estadio se rompan por el potente impacto de la bola a más de 100 km/h. Lo que no es tan común es que el madero se rompa sin el contacto de la bola.
El pasado viernes se enfrentaron los Cerveceros de Milwaukee contra los Dodgers de Los Ángeles, con un marcador final de 9-3 en favor de Milwaukee. Aunque la paliza que metieron los cerveceros debía ser el titular del partido, la nota que se robó los encabezados fue el curioso incidente en el que Yasiel Puig, durante su turno en el plato, hizo un swing que rompió el bat pero sin siquiera tocar la esférica.
El rompimiento del bate fue causado por la fuerza que el cubano tiene en las manos que, al momento de querer detener el swing para evitar el strike, rompió completamente la parte más delgada del objeto y dejó con la boca abierta a millones de fanáticos alrededor del mundo.
Sucedió en la 7ma entrada cuando el pitcher Zach Duke lanzó una potente recta fuera del rectángulo y Puig frenó su abanico, consiguiendo reventar el bat con la pura fuerza de su agarre.
¡Impresionante!
