Para que el próximo año no digan que en PRI hay puro corrupto, los del tricolor siguen con su limpia “post-transas”… es decir: ellos se hacían de la vista gorda mientras aquellos robaban descaradamente, pero una vez detenidos, ahora sí: a deslindarse del asunto.
Pues total, si les funcionó con Javier Duarte… hoy el PRI prevé sacar de sus filas a un personaje que NADA tiene que ver con su ideología: el exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge.
De acuerdo con Reforma, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI expulsará está tarde al hombre cuya aprehensión se diera a conocer -casualmente- sólo hasta que el candidato del PRI al Edomex se perfilaba como ganador de las elecciones celebradas el pasado domingo… siendo que -supuestamente- su detención se dio muchas horas antes.
Aunque desde hace meses sobre el buen Betito ya pesaban varias acusaciones por desvío de recursos públicos y por rematar a familiares y conocidos tierras consideradas reserva natural, hasta apenas en el tricolor se decidieron a borrarlo de la lista de participantes del intercambio navideño. ¿La razón? Quién sabe, sólo se limitaron a quitarle sus derechos partidistas mientras estuvo en fuga… especificando que hasta después de las elecciones se daría la sanción.
Racionando su lucha anticorrupción
El líder nacional del partido, Enrique Clavillazo Ochoa, no desaprovecha la oportunidad de presumir que su administración se caracteriza por la lucha anticorrupción. Prueba irrefutable de ello es… pues nada en especial, sólo el hecho de expulsar de su militancia a priistas que ya están más ensartados que pollito rostizado. Sin embargo, en lugar de echar el raticida de jalón, van poquito a poquito: ya fue Javier Duarte, Humberto Moreira, Tomás Yarrington, ahora Roberto Borge y espérense… después vendrán las de César Duarte, Rodrigo Medina, Roberto Sandoval y, por qué no, Gabino Cué y Fausto Vallejo.
Por cierto, ¿Andrés Granier, exgobernador tabasqueño ya en prisión, todavía sigue siendo militante del PRI?