El Hay Festival, en su edición de Xalapa, inició hoy con muchísimos temas y sopitas.com se vino a dar una vuelta para resumirles lo mejor de lo mejor.

El problema de la traducción, el arte contemporáneo en México, el papel de la mujer en los países árabes y la poesía emergente, fueron los temas que tocaron algunos de los escritores y artistas que tuvimos la oportunidad de escuchar.

Xalapa recibe uno de los festivales más importantes de literatura del mundo, el Hay Festival siempre tiene un cartel envidiable y las mesas de discusión, exposiciones, conciertos y ciclos de cine, lo vuelven un evento imperdible para abordar temas urgentes a través del arte.

Pudimos acudir primero al recorrido por la exposición de Patrice Killoffer, uno de los narradores gráficos más importantes de del planeta. Killoffer fue parte de la aclamada editorial L’Association (culpable de piezas tan geniales como Persépolis). El humor y poder del discurso de Killoffer se reflejan en sus alucinantes piezas. Dibujos y esculturas que dialogan con en blanco y negro que los veracruzanos podrán disfrutar en la Galería de Arte contemporáneo de Xalapa.

 

De ahí nos fuimos a la charla que tuvieron las poetas Rocío Cerón y Pura López Colomé, con el poeta y traductor inglés SJ Fowler. Hablaron claro del proyecto que tienen en común: Enemigos/Enemies, un ejercicio que empuja los límites de lo que concebimos como traducción.

Muchas veces pensamos que la traducción de literatura se trata de pasar las palabras de cierto idioma a otro, pero claro, no todo es tan fácil, menos cuando se trata de poesía, es por eso que varios poetas de habla inglesa y otros que escriben en español iniciaron este ejercicio –como dice Colomé– de traducción a fuego cruzado.

No se trataba sólo de encontrar una sonoridad parecida al original, ni de buscar ideas o estructuras afines, sino de crear un poema nuevo, con sentido en sí mismo, a partir de otro.

Pura López Colomé nos recordó en la charla en el Ágora de la Ciudad de Xalapa, que “cuando uno traduce, está tomando el poema en otra lengua como tema de inspiración, como cualquiera toma una conversación o algo que le pasa y lo usa para escribir“, así, el camino de la traducción se vuelve uno más intrincado, pero dirigido completamente a la creación y no sólo a la búsqueda de pares lingüísticos.

Colomé habló también de que ella y Fowler (poeta nacido en Truro, Inglaterra, en 1983), eran de generaciones distintas: “Mi generación, nos dijo la poeta, está más centrada en lo lingüístico, en la lengua que produce el poema. Por eso se ha dicho que el traductor es traidor. En ese sentido, la música propia de cada lengua es intraducible. ¿Qué haces entonces? Lo que veo diferente de las generaciones jóvenes es que las esferas del arte están compenetradas y hay una libertad mucho mayor, la creación poética no está solo centrada en la lengua“.

Fowler es un gran representante de esta actitud, lo demuestra por ejemplo su blog, una obra de arte en sí mismo, un ejercicio interdisciplinario hilvanado por videos, música, poesía visual y fotografías. La experimentación a Fowler le resulta natural y necesaria.

Sobre la traducción, el poeta inglés recordó que, “en literatura sólo existe la versión a la que tienes acceso (casi siempre una traducción). Lo mejor de la traducción es que si la ves desde el inicio como un fracaso o fallo, entonces se vuelve algo hermoso porque tienes mucha libertad. Es hermoso que los nombres de los traductores sean tan vituperados y desconocidos“.

El ejercicio de la traducción es siempre una entretenida trampa, pero sobre todo, visto desde los ojos de estos poetas, es una oportunidad más de creación y colaboración entre lenguas y pensamientos.

De ahí nos fuimos a ver la charla que tuvieron Joumana Haddad, escritora, poeta y narradora libanesa y Felipe Restrepo, escritor y periodista colombiano. Haddad ha sido nombrada como una de las mujeres más influyentes del mundo árabe y esta vez vino hasta Xalapa para hablarnos de su libro Superman también es árabe, recientemente publicado en nuestro país.

Haddad ha denunciado permanentemente el sistema patriarcal árabe, en el que la mujer se ve reducida a ser sólo una esposa, una madre o un adorno. La lucha por la libertad es uno de los pilares de la obra (y de la vida) de esta escritora quien recordó lo difícil, pero relevante, que es abordar el papel de los derechos humanos en zonas de conflicto o en donde el estado y la religión se vuelven uno mismo.

Haddad fue criada como católica, pero se volvió atea al crecer. Nos dijo que parte de la problemática en el mundo árabe (que no es lo mismo que el mundo musulmán) es que “te educan para ser parte de un grupo, no como un individuo. La parte tribal es mas fuerte que la del individuo. El problema es que la gente en el mundo árabe no se hace preguntas“.

Las creencias son un asunto polemizado por la escritora en su obra y su sospecha al respecto parte de lo azaroso que la inculcación de esas creencias puede resultar: “hay criaturas (me niego a llamarles humanos) que matan gente por una creencia que ellos no han elegido sino que han heredado. A veces es una casualidad ser musulmán. Tengo escepticismo en cuanto a las etiquetas o identidades. Las identidades nacionales son una idea, una construcción. Tú defiendes el lugar donde vives y tu religión, cosas azarosas y eso revela la incapacidad de las personas para hacerse preguntas. Creo que es mi derecho cambiar de opinión y es una prueba de que vivo, de que no soy sólo una persona que pasa, sino que escucha“.

Haddad sabe que la lucha por la libertad no puede desligarse de la idea que tenemos de la vida y, sobre todo, de la muerte. La escritora libanesa ya había abordado anteriormente la idea del suicidio por ejemplo. Gente muy cercana a ella cometió suicidio y siempre ha sido un tema que le ha interesado. Nos dijo que “no elegimos cuando nacimos, pero tal vez podemos escoger cuándo irnos. Muchos poetas y poetizas que amo se han suicidado y creo que es un gran derecho, tenemos que hacer la paz con la muerte. Respeto a los que quieren irse como respeto a los que quieren quedarse un poco más“.

Haddad dio una valiosa lección en el Teatro del Estado en Xalapa. Nos advirtió que la lucha por la libertad se libra siempre, allá afuera por tu cuerpo y en solitario por tu mente: “La libertad no es serenidad es una lucha constante y nunca hay que olvidarla. Si salimos de nuestra casa hay un numero infinito de tentaciones que nos dicen que podemos dejar ir un poco de libertad. Quizás una palabra o una imagen y tal vez las ganas de estar en paz y la comodidad de no decir que no nos gana, pero debemos disfrutar la lucha por la libertad”. Finalmente, con una pequeña frase nos recordó que, sobre todo cuando escribe, también lucha por la libertad, en niveles tan profundos como el discurso y en otros aparentemente más superficiales como puede ser el estilo: también nos vemos tentados a dejar ir la libertad cuando usamos una palabra o frase en lugar de otra para no “causar problemas“ o tratar de ser más amables.

Esto es sólo el día uno, sopicuates y aún falta mucho más, noticia excelente porque tienen chance de venirse al Hay Festival que estará hasta el 6 de octubre en Xalapa.

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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