Si eres usuario habitual de las redes sociales, seguramente el domingo te enteraste de la desaparición de Renata Álvarez Diez, una joven de 18 años que ese día desapareció “misteriosamente” por el rumbo de Interlomas. Pues bien… ya apareció.
Y resulta que (por fortuna y parafraseando el dicho popular): “no andaba muerta… ni de parranda… sino de monja”.
Así es, tres días después de su desaparición, Renata fue hallada por la Policía Ministerial del Estado de México ni más ni menos que en un albergue de monjas ubicado en Morelia, a donde la joven llegó por su propia voluntad.
El anuncio fue dado esta mañana por Fernando Álvarez, padre de Renata, quien agradeció a la Procuraduría del Estado de México por su intervención, así como a los usuarios de redes sociales, quienes el pasado domingo se movilizaron y difundieron la imagen de la desaparecida (se estima que cerca de 3 mil 700 personas retuitearon información sobre la joven).
Incluso hasta las compañeras y maestras de Renata, en el Colegio Monteverde (donde cursa la preparatoria) organizaron cadenas de oración y visitas a la Basílica pidiendo por su regreso. Ni hablar, ahora tendrán que cumplir la manda.
De acuerdo a la investigación de la Procuraduría Estatal, el domingo Renata salió sola de su casa a las 8 de la mañana. Hora y media después acudió a un cajero automático donde nuevamente se le vio sin compañía alguna.
“Revisamos los videos de las cámaras de seguridad tanto del fraccionamiento, como las que hay en las calles cercanas y podemos establecer que Renata salió sola (…) Con las investigaciones se ha podido determinar que Renata se dirigió a varios cajeros automáticos que se ubican en la zona de Tecamachalco y Paseo de las Palmas, donde al parecer intentó sacar dinero, pero no pudo completar la operación”.
También se hizo un seguimiento de las últimas llamadas que Renata realizó, y se revisó su iPad y su computadora portátil. Finalmente las investigaciones la hallaron en Morelia, donde estaba “de retiro espiritual”.
Se había manejado la versión de que ella y su padre habían discutido antes de su desaparición, situación que el señor Fernando Álvarez desmintió:
“Lo del enojo no fue así. No salió de ahí. Quería ir al Hyde y no la dejamos, pero no se molestó. Al no ser así es todavía más inquietante para nosotros”
(Según averiguamos, el Hyde es una “discoteca” muy popular entre la chaviza).
Desde esta madrugada, Renata ya se encuentra nuevamente con sus padres, en su casa de Lomas de Tecamachalco.
Pues sí, una historia con final feliz.
