Existe la creencia popular de que entre más amigos tengamos en el “Feis”, más populares somos. Grave error, pues no por tener muchos contactos en esta red social, estos son necesariamente nuestros amigos.
Además, un estudio realizado por la psicóloga india Mudra Mukesh, plantea una interesante tesis: No es bueno tener más de 354 amigos en Facebook (todos checando cuantos amigos tienen en esta red social en 4, 3, 2, 1…).
Dicho estudio fue nombrado como El paradójico efecto de las redes sociales en el bienestar, en la reunión anual de la Sociedad de Psicólogos Sociales que se celebró en San Diego (EE.UU.)
De acuerdo a Mukesh, sobrepasar esa cifra puede ser la diferencia entre disfrutar Facebook o deprimirnos a causa de los ascensos, logros y las buenas noticias de nuestros contactos.
¿Por qué 354?
Pues porque en promedio, con esta cifra los participantes del estudio comenzaban a sentirse mal al checar las actualizaciones de estado que iban posteando sus contactos. Aunque claro, este número puede ser arbitrario pues seguramente habrá quienes se sientan incómodos por los logros y felicidad de los demás aunque no llegue ni a los cien contactos en Facebook, o por el contrario, quienes tengan más de un millar de amigos (como Roberto Carlos) apenas comiencen a deprimirse.
Se supondría que agregar a nuevos amigos en Facebook debería hacernos un poco más felices, sin embargo, la paradoja es que de acuerdo a Mukesh “una vez que ya tienes esos amigos, ver las actualizaciones del estado supone un bajón”.
Los psicólogos que realizaron el estudio le preguntaban a los usuarios de Facebook de qué forma valoran su vida: Quienes tenían muchos amigos (más de 354) decían no sentirse bien después de ver los estados de sus amigos, en contraparte con aquellos que tienen menos contactos.
¿Acaso somos los únicos amargados?
No realmente, lo que en verdad ocurre es que la mayoría de los usuarios de Facebook postean mensajes positivos o aparentan que su vida marcha bien. Por eso, si hacemos un breve recorrido por los muros de nuestros amigos podría darnos la impresión de que todos la pasan bien, aunque realmente no sea así.
Obviamente si tenemos muchos contactos nos veremos más bombardeados de estados y mensajes optimistas. Dicho de forma más rimbombante, todo es una disonancia cognitiva que también puede ocurrirnos si un sábado en la tarde salimos solos a caminar a un centro comercial y nos deprimimos al ver al resto de las personas acompañadas, lo cual no quiere decir que los #ForeverAlone no exitan, sino que están encerrados en sus casas.
Lo confieso, tengo más de 354 amigos y a veces sí me agüito al checar Facebook… ¿a ustedes también les pasa?