Si pensaban que esto sólo pasaba en las caricaturas o en México, ya no lo crean. Un par de ladrones tenían todas las intenciones de hacerse con una buena cantidad de dinero a través de una joyería, pero sus cálculos no fueron nada, pero nada buenos…
En Beudesert, Australia, dos sinvergüenzas decidieron que sería una gran idea asaltar una joyería, pero no como lo hacen comunmente, sino con un estilo medio caricaturezco y de película hollywoodense. Optaron por excavar a través de las paredes para así llegar a la joyería.
El plan era el siguiente: estaban en el sanitario de la parte de atrás del edificio (mismo donde estaba la joyería) y desde ahí, con la ayuda de una barra de acero, comenzaron a “taladrar” la pared.
Todo iba bien hasta que se dieron cuenta de a dónde habían llegado: ¡no estaban en la joyería, sino en un Kentuchy Fried Chicken! Bueno, en un principio ya no fue tan malo, porque salieron con 1000 libras (más o menos 1547 dólares australianos).
Peroooo… no tuvieron mucho tiempo para gastárselos, pues la policía de Queensland los capturó inmediatamente. Los ladrones era Peter Welsh de 32 años y Dwayne Doolan de 31.
Al final ni joyas, ni dinero y ni siquiera una cubeta de pollo frito…
Por cierto, el par de ladrones fueron llevados a la corte, ya que éste era el tercer intento por robar la joyería.