Hay personas que de plano si no hubieran nacido, algún dibujante las hubiera hecho. Así pasa también con algunas situaciones, varias son dignas de caricaturas o de algún programa bizarro.
Chequen esto:
En España, un señor circulaba por la carretera A-6 que lo llevaría a Madrid, pero qué creen… se topó con un trafical como el que luego vemos en Tlalpan los viernes de quincena.
Eso lo hizo pensar en una solución: ¡llevar un maniquí que aparentara una mujer! para poder así andar por la vía reservada a los vehículos con dos o más personas. Éste sólo se abre en horario de atascos, como dicen allá en España.
Sí amigos lectores, este hombre sentó a su lado a un maniquí vestido como mujer: lentes oscuros, peluca, hasta una chalina le acomodó para que diera el toque.
Sin embargo, unos agentes de la Guardia Civil lo cacharon. Cuando este hombre pasó con su auto y “su acompañante” una patrulla se extrañó de la escasa movilidad de la copiloto así que detuvo al hombre.
Cuando se dieron cuenta… ¡Tooooing! no era una mujer, sino un maniquí, lo que le costó una multa de 200 euros. Todavía para hacerlo más creíble, le puso el cinturón de seguridad, a ver si así “piñaba” a todos y se salía con la suya.
Ya ven, esto perfectamente lo pudieron haber visto en Los Simpson.
