Ya es habitual ver con poca ropa a esta esbelta pero deseable mujer. Ahora se nos hace presente con un hábito… o semi hábito, no sabemos bien cómo explicarlo.
El caso es que a la top model le ha entrado desde hace tiempo el gusto por las vestimentas de monja. Habrá a quien le guste y a quienes no… ¿Pero quién le hace el feo a un topless tan celestial?
Ah, por cierto, lleva un collar Prada de oro blanco con diamantes de 18 quilates… ¿alguien ya lo vio?