Cuando hablamos de juguetes sexuales, solemos pensar que la mayoría están orientados a la clientela femenina. Pero ahora, los caballeros que también quieran divertirse cuentan con Pulse, el primer vibrador para hombres.

Si este sábado estás solo como un perro abandonado y el Mundial no te entusiasma ni tantito, quizá deberías considerar uno de estos aparatitos vibradores que prometen ser la delicia de los chavos inquietos.

Este aparato del amor fue inventado por Adam Lewis, quien comenzó a interesarse en estos enceres placenteros cuando de pequeño estaba en la alberca de sus abuelos y según cuenta:

“Me encontré con los chorros de agua que hay en el interior, para mi sorpresa era una sensación muy agradable. Eso fue, creo, la primera experiencia que tuve con la estimulación del frenillo”.

¡Loquillo desde chiquillo!

Desde entonces Lewis se obsesionó con la búsqueda de métodos alternativos de estimulación masculina. De hecho fundó Hot Octupuss, una marca de juguetes sexuales que al principio estaba dirigida al público femenino, pero al notar la falta de opciones para los hombres, se puso a investigar sobre el tema.

Descubrió que si bien, no había juguetes para la estimulación del frenillo en el mercado, sí los había en el campo de la medicina. También encontró un informe médico que describe el funcionamiento del Penile Vibratory Stimulation (PVS), que es una técnica utilizada para que los hombres que han sido víctimas de lesiones en la médula espinal y tienen dificultades para concebir, puedan alcanzar el orgasmo. Tras cinco años, Lewis y su equipo lanzaron Pulse, un juguete sexual para hombres, que es comercializado como el primer vibrador masculino del mundo.

¿Y las pequeñas maquinitas que venden afuera del metro para dar masajes y que algunos chavos buena onda se ponen “en el pipían” no cuentan?

Pulse está a la venta desde el año pasado en Estados Unidos por el módico precio de 99 dólares. Básicamente es una pieza vibrante que se coloca sobre el pene del hombre ya sea durante el acto sexual, o bien, a la hora de la masturbación.

Aunque el concepto de un juguete sexual masculino que vibra no es nuevo, Pulse emite oscilaciones y no vibraciones para estimular el frenillo (ubicado debajo del glande del pene), todo esto usando como base el método PVS.

“Si un hombre usa un vibrador femenino se sentirá muy bien, pero nunca llegar a la fase del orgasmo o la excitación real porque son vibraciones muy básicas. Lo que Pulse ofrece son oscilaciones profundas que derivan en el orgasmo masculino”.

A pesar de todo, el principal obstáculo con el que se ha topado Pulse es que aparentemente el público masculino no se interesa en comprar juguetes sexuales. Su fortaleza, en cambio, sería que es muy diferente al resto de los vibradores masculinos que en su mayoría simulan vaginas reales.

Lewis comentó que:

“Si nos fijamos en los productos que se han creado para los hombres, como las muñecas inflables o las vaginas falsas, ninguna de estas opciones son estéticamente atractivas porque están tratando de reproducir la realidad, pero son productos crudos y simplistas. Desde luego, no me gustaría tener uno en mi mesita de noche.”

Lewis también quiso crear un vibrador masculino más agradable a la vista:

“Las mujeres tienen estos productos bellamente creados y ergonómicos, pero no hay nada en el mercado para que los hombres muestren con orgullo. Una mujer puede decir que su vibrador es un producto bello y hasta una obra de arte, pero los hombres nunca han tenido eso. Queremos dar a los hombres un gadget que se vea muy cool, que sea un objeto tecnológico en lugar de un dispositivo de masturbación”.

Sopicuates hombres, ¿Ustedes le mostrarían orgullosos su vibrador a sus cuates?, o mejor aún ¿se comprarían uno de estos artefactos, o prefieren darse calor a la antigüita?

*** Vía DailyDot

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