La increíble cantidad de polución que se cierne sobre las ciudades chinas evitó que los habitantes de la provincia de Zheijiang notaran un intenso incendio que sucedía a unas cuadras de sus hogares. Los bomberos tardaron tres horas para notar que algo se quemaba y “actual” para sofocar el fuego.
China es un país extremadamente desarrollado que ya está empezando a sentir el verdadero costo del “progreso” industrial. Los niveles de smog que se registran a diario en algunas de las principales ciudades de la nación han llegado a excesos tóxicos que incluso evitan que las personas noten una columna de humo y fuego a unos cuantos metros sobre sus cabezas.
Durante el día de ayer, una fábrica de muebles se quemó durante tres horas antes de que alguien notara lo que sucedía y llamara a las autoridades. Los chinos viven literalmente “con los ojos vendados”.
Los bomberos que arribaron al lugar tardaron unas buenas diez horas para sofocar el incendio que ya llevaba bastante tiempo alimentándose de la madera y los productos con los que se manufacturaban los muebles que la fábrica producía. Afortunadamente nadie murió en el incidente.
Por otro lado, un nivel similar de smog registrado en la ciudad de Beijing causó la muerte de dos personas durante un accidente automovilístico debido a la pobre visibilidad del lugar. Hasta ahora, las autoridades chinas no se han pronunciado al respecto de la calidad de vida que su industrialización ofrece a sus ciudadanos; mismo que, dicho sea de paso, excede 25 veces los niveles considerados aceptables para un ser humano.