Por si no bastaba con un pez de tres ojos, la naturaleza ahora nos trae uno que parecería muuuy normal, pero cuando abre la boca ya decimos: “ay wey”…
Les traemos la historia del Sargo, o conocido en la comunidad científica como Archosargus probatocephalus, una especia rara de pez que habita desde Florida hasta Brasil.
En primera se le considera raro, pues a pesar de tener un buen sabor a la hora de servirlo en la mesa, el comerlo provoca alucinaciones y hasta pesadillas por varias semanas. Qué fuerte, carnal…
Después, tiene una característica poco, o mejor dicho, nula entre los peces: unos dientes bastante parecidos a los de los humanos.
Los Sargo (pa’ que impresionen a sus semejantes) pueden crecer hasta 91 centímetros y la báscula puede marcar 9 kilos. ¡Qué tal!
Tal cual lo leen, ¡dientes como los nuestros! Ya saben, incisivos como los que tenemos en la mandíbula superior e inferior.
Algo así:
Chale, sí hay personas que los tienen así…
De acuerdo con los científicos franceses Luc de Haro y Philip Pommier, la intoxicación provocada por comer este pez puede durar semanas y en repetidas ocasiones.
Así que ya saben, si van a un restaurante de mariscos y piden Sargo, aténganse a las consecuencias de un viaje astral…