Como ya te habíamos contado, un montón de movimientos sociales en Coahuila exigen actualmente una explicación sobre los gastos ejercidos por el ex gobernador Humberto Moreira. Afirman que, no contento con desviar una gran cantidad de recursos hacia su bolsillo, este sujeto dejó una deuda cercana a los 33 mil millones en Coahuila. Nadie sabe a dónde fueron a parar esos recursos.
Cuando pensamos que el absurdo de la política mexicana no podría llegar más bajo, alguien viene a darnos una lección de humildad. Este fin de semana, el subsecretario de Egresos y Deuda Pública de la Secretaría de Finanzas, Armando Rubio, reveló que personal del desaparecido Servicio de Administración Tributaria de Coahuila (SATEC) sustrajo documentación financiera del Gobierno de Humberto Moreira, incluida parte de la relacionada a la deuda millonaria de la entidad. Así es: no existen los papeles que puedan aclarar a dónde fue a parar todo ese dinero.
Pero no sólo eso: la desaparición de los papeles ya había sido detectada desde el inicio del actual sexenio, encabezado por Rubén Moreira, nada menos que el hermano de Humberto. Y sí, adivinaste: nadie hizo nada.
Rubio no detalló la información que faltaba, pero eso sí “hay de todo”. afirmó.
“Hay una ausencia de papeles impresionante. No solamente de temas de deuda, hay otros expedientes relacionados con gastos, con pagos”, dijo al diario Reforma.
La SATEC fue creada fue creada por Humberto Moreira como un organismo descentralizado con amplia facultades de recaudación y contratación de deuda y fue la encargada de dejar a la población de Coahuila debiendo más de 33 mil millones de pesos. Esas deuda fueron contratadas de manera opaca y, en la mayoría de los casos, con papeles falsos.
El titular de la SATEC, Héctor Javier Villarreal Hernández, fue señalado como el principal responsable del endeudamiento y la institución desapareció en los primeros días del nuevo sexenio. Actualmente, el ex funcionario está preso en Texas, donde el gobierno de Estados Unidos lo acusa de lavar dinero del presupuesto de Coahuila.
El día de ayer, el senador panista Luis Fernando Salazar Fernández dijo, de manera más bien amenazante, que la desaparición de los papeles podría representar en el futuro un escándalo tan grande como el de la casa de la Gaviota.
“Si no hacen algo, el gobierno mexicano volverá a ser una vergüenza y señalado en el ámbito internacional como ha venido siendo señalado por los casos conocidos como Tlatlaya, Ayotzinapa o el de la ‘casa blanca’” advirtió.
“Al rato van a decir que un Gobernador encubre a otro, que las denuncias presentadas llevan tres años y no pasa nada hasta que un país vecino pida una orden de aprehensión en contra de otro Gobernador. Quiero recordar que ya fue buscado por la DEA Jorge Torres, el Gobernador interino que estuvo entre los hermanos Moreira. Y ahora sigue Humberto [el ex mandatario estatal], ese es el siguiente paso y sin duda se va a dar a principios del año que entra”, concluyó.
El senador afirmó que el extravío de los papeles “es un absurdo, porque actualmente todos los documentos tienen un respaldo electrónico”.
“No vivimos en la época en la que los papeles sean los únicos que liguen la ruta del dinero, incluso las transferencias son electrónicas y uno puede seguir perfectamente la ruta del dinero desde el banco que le prestó el crédito al estado y ahí puntualmente hacia dónde fue pagado”.
El senador afirmó que esto sólo pudo ser posible con una amplia red de corrupción que abarcara a titulares de varias secretarías, incluyendo la de Finanzas, conducida por Ismael Ramos, quien era contralor en aquel entonces.
El senador se une a múltiples organizaciones que exigen que el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, tome cartas en el asunto.
La verdadera pregunta es si la actual administración del estado, encabezada por el hermano del ex gobernador, permitiría una investigación real.
Vía: Reforma, La Jornada