Todos alguna vez nos hemos visto en la necesidad de empujar un auto, actividad bastante tediosa por cierto. No obstante, este inconveniente parece poca cosa, si lo comparamos con tener que bajarnos del avión que abordamos y empezarlo a empujar para poder reanudar nuestro vuelo.
No, no es choro, esto realmente pasó. ¿Y dónde creen?
Les damos tres opciones:
- China
- México
- Rusia
Ok… sabemos que dar con la respuesta correcta es difícil pues precisamente en estos tres países todo es posible. Pero bueno, para que vean que somos alivianados les confirmamos que los acontecimientos que están por leer ocurrieron ayer martes en las tierras de Putin, para ser más exactos en la ciudad rusa de Igarka, ubicada en Siberia, en pleno Círculo Polar Ártico.
En el aeropuerto de dicha localidad, los pasajeros abordaron el avión Tu-134 de la aerolínea UTair, pero debido las bajas temperaturas (-52 grados centígrados), los frenos del avión se quedaron congelados y no pudieron despegar.
Oksana Gorbunova, de la fiscalía de transporte del distrito federal de Siberia, instancia que investiga lo ocurrido, señaló:
“Según datos preliminares, la temperatura ambiente había caído hasta los 52 grados bajo cero, lo que habría provocado la congelación del sistema de frenos del tren de aterrizaje”.
La primera opción, que fue usar un vehículo para remolcar el avión de 47 toneladas, fracaso rotundamente, por lo que fueron los propios pasajeros quienes se pusieron sus suéteres de Chiconcuac y a pesar del frío decidieron bajaron a empujar las alas del avión.
El reporte oficial señaló que:
“Temiendo que el servicio de UTair a la capital de Krasnoyarsk pudiera retrasarse, algunos de los 70 pasajeros recurrieron a su fuerza para liberar el avión Tupolev 134 de 30 toneladas”
Lo anterior fue calificado como inadmisible por la fiscalía, pues los pasajeros pudieron haber dañado el fuselaje del avión, violando así las normas de seguridad del vuelo. Aún así, gracias a la intervención de los pasajeros (en su mayoría trabajadores de yacimientos de petróleo y gas), lograron destrabar los frenos del avión.
Se dice que para apoyar a sus compañeros, uno de estos hombres gritaba:
“Un hombre de verdad puede plantar un árbol, construir una casa y empujar un avión”.
Al poco tiempo el avión logró despegar y llegó sin novedad a su destino en Krasnoyark. Aquí las imágenes:
Las autoridades de la términal aérea atribuyeron el atasco al uso de una grasa en las llantas del avión, cuyo uso no es apto en temperaturas tan extremas.
En tanto, la compañía aérea dueña del avión mostró su inconformidad con las conclusiones preliminares a las que llegó la fiscalía, acerca de las causas del incidente. Así lo hizo saber Vladimir Artiomenko, director del área técnica de la empresa:
“El avión estaba en perfectas condiciones técnicas y no pudo haber quedado congelado sobre la losa, ni tampoco pudo haberse congelado su sistema de frenos”.
Para la compañía aérea, el error pudo haber estado en el remolque, que no contaba con cadenas en las ruedas y por lo tanto, no pudo realizar su trabajo por el hielo que había en el pavimento, o bien, en la falta de pericia del conductor.
Por lo pronto la fiscalía realiza una investigación para determinar si los pasajeros incurrieron en un delito por violar las normas de seguridad aeroportuarias vigentes. Habrá que estar al pendiente, a ver si no acaban multando a los pasajeros que tan amablemente ayudaron a empujar el avión.