Danny Vázquez era un trabajador en una planta procesadora de carne ubicada en un suburbio de Filadelfia. Un día el joven de 25 años se puso jocoso y cuando su compañero, Peter Atem, iba a sentarse en una silla… ¡pum!, que se la quita… sí, así de simple.
La broma “Godínez” que seguramente fue motivo de risas castrantes clamaba venganza… uno podría pensar que con una broma de igual calibre, pero Atem –de 32 años- se puso un poquito más “pesado”.
Al día siguiente el afroamericano llegó como “pequeña broma” mató a puñaladas a su colega… y para demostrar que sabe reírse de él mismo se infringió unas cuantas heridas con la misma arma, para después ir al cobertizo de su trabajo, lugar en el que fue encontrado por la policía.
Según testigos, previo al asesinato, Atem y Vázquez fueron vistos discutiendo, pero los dejaron resolver el asunto a su manera. Tiempo después escucharon los gritos de Vázquez y al acudir en su auxilio, vieron cómo Atem lo apuñalaba.
El asunto ya no tuvo tanta gracia (bueno, nunca la tuvo): el cuerpo herido del agresor fue encontrado con una tenebrosa nota: “los veo en el infierno. Vida por vida”.
Atem fue llevado a un hospital, donde fue operado y permanece internado. Ya cuando salga tendrá que enfrentar cargos por asesinato y mal sentido del humor.
*Vía ABC