Si después de un fin de semana de disfrutable (pero demoledor) Vive Latino terminaron con su puerquecito hecho polvo, quizás les interese someterse a un masajito. No de esos con final feliz, sino uno un poco más interesante.
Mientras buscábamos información relativa a los heterónimos de Fernando Pessoa, nos encontramos con estas imágenes provenientes de Malasia, tierra en donde un hombre le arregla sus malestares corporales a su clientela con un masajito dada a base de cinceladas.
Así es: para no andar amasando las carnes de la gente con sus sacrosantas manitas, este don aplica majase con la ayuda de cincel y martillo. Nada nuevo en Malasia, lugar en el que este tipo de prácticas son habituales.