Con una pieza que crea enorme huecos en sus mejillas, éste amante del piercing ha modificado el concepto del “beso de cachetito”.
Joel Miggler es un gran entusiasta del body art –o del dolor- y uno de sus nuevos añadidos corporales son unas expansiones que hacen unos enormes agujeros en sus mejillas, desde las cuales es posible observar dientes, encías y lengüita… se hizo otras bocas, pues.
Miggler, quien es un modelo alemán, ha experimentado con diversas muestras de “arte” desde que tenía 13 años: comenzó con el clásico piercing en la oreja… y de ahí, pasando por perforaciones en diferentes partes de su cuerpo, para terminar en sus dos cachetes.
Cada uno de estos singulares boquetes tiene un ancho de 36 mm, pero pretende expandirlos a 40: “esta perforación no tiene nombre especial, supongo que los podría llamar “big cheeks””-
Y la gran pregunta: ¿Tiene algún problema para comer?
Miggler dice que al principio tuvo algunos, pero que los fue resolviendo; por ejemplo, cuando come sopa simplemente taba los huecos con tapones… como si fuera una tina de baño. “Las piezas no tocan mis dientes y no me dan problemas cuando tomo o bebo. Sólo tomo bocados más pequeños que antes”… bueno, el problema ha de ser para quienes lo ven, pero eso ya es otro asunto.