Si creías que ya habíamos llegado al colmo de la criminalidad y del absurdo de la falta de seguridad en el país, quizá lo reconsideres al leer esto: ahora podrían robarte la trenza en la calle.
En la Central de Abastos de Oaxaca han encontrado una nueva forma de delinquir: robarse el cabello de la gente. El delito ha ido en aumento en el lugar, donde también es posible conseguir pelucas cuyos precios oscilan entre los 500 y los dos mil pesos.
Caminando por la avenida mercaderes, por ejemplo, una mujer sintió un tirón en el cabello, como más tarde explicaría. Creyó que se habían llevado su cartera o su celular. Minutos después descubría que era su cabello lo que faltaba.
De acuerdo con los testimonios, los cortes son precisos, por lo que cabe pensar que “son personas que saben cómo cortar”.
El comisionado de Seguridad Pública, Vialidad y Protección Civil de la capital de la entidad, José Luis Echeverría Morales, dijo que no existían denuncias penales.
El nuestro no sería el primer país en el que este delito tan extraño se practicara de manera profesional: en Venezuela no es extraño y ahí, los criminales son conocidos como pirañas.