Si no es Rusia, es México y si no… China. De verdad son esos tres lugares donde cualquier cosa puede pasar. Y ahora no sólo con las persona, sino también con los animales.
Resulta que en la ciudad de Changchun, capital de la provincia de Jilin, vive una especie de tortuga muuuy peculiar. No porque sea milenaria, ni tampoco una especie con dos cabezas, seis patas o con un cuerno, nada de eso.
Este reptil se ha vuelta adicto al tabaco y para estar a gusto debe fumarse ¡diez cigarrillos al día! (como chacuaco, diría mi abuelita). Así es, debe tener sus diez “taviros”, ya que si no, se pone de malas, hace ruidos muy extraños y comienza a perseguir a sus dueños.
No se sabe por qué la tortuga se ha vuelto una dependiente de la nicotina, pero algunas organizaciones defensoras de los derechos de los animales han expresado su malestar por considerar que afecta la salud del animal. ¡Claro que afecta su salud!
Mientras en China los animales “extorsionan” a sus dueños para que les den de fumar, acá en México hay complot tuitero en contra de una reconocida tienda donde se venden animales para tenerlos como mascotas.
He aquí a la tortuga-chimenea:
WTF?!