Mientras algunos científicos estudiaban a una víbora en la isla Golem Grad, del lago Prespa, vieron como esta se tragaba un ciempiés de aproximadamente 15 centímetros, algo que les sorprendió en demasía.
La pequeña serpiente hacía lo que habitualmente: buscaba un poco de alimento para subsistir, esta vez su dieta cambió un poco y decidió englutirse completito a este bicho, sin saber que como dice el dicho: “El que ríe al último, ríe mejor”, ya que el escarabajo sobrevivió unos minutos dentro del cuerpo del reptil para al final hacer de las suyas.
Con la fuerza de sus patas y la utilización del fuerte veneno que secretan por su apéndices bucales, este comenzó a morder poco a poco las entrañas de la víbora hasta que pudo liberarse y salir por un costado del cuerpo ya inerte de la serpiente. Todo esto fue captado por los estudiosos que dieron a conocer algunas imágenes hace unos días.
Todos estábamos asombrados, ya que nadie había visto antes nada parecido.
Ljiljana Tomović y sus colegas de la Universidad de Belgrado, estaban etiquetando reptiles en esta zona de Macedonia, la cual es habitada por miles de tortugas, decenas de miles de culebras de collar y cientos de víboras, cuando descubrieron los restos del combate.