Cuando la borrachera nos pega y nos pega gacho, somos capaces de hacer cualquier tipo de tontería. Ya sea que nos pase a nosotros o a alguno de nuestros amigos, salir de fiesta puede convertirse en un verdadero, aunque chistoso, problema. Algo así le sucedió a un grupo de estudiantes de la Universidad de Manchester en Inglaterra.
Robin Niven iba caminando de regreso a su casa, tras una noche de alcohol y relajo en compañía de su compañero de cuarto, cuando de repente vieron un bote de basura y a Robin le pareció una buena idea saltar al interior del bote y bromear con su roomie desde el interior. Así lo hizo y cuando ya estaba dentro del bote, a su compañero se le hizo fácil patear la puerta del canasto, sin imaginarse que la puerta se cerraría dejando atrapado a Robin.
Tras la estúpida idea de meterse en un bote de basura y la estúpida decisión de patear la puerta, Niven estuvo atrapado por unas horas en lo que su amigo intentaba sacarlo. Tras notar que sería idiota seguir intentando ayudar a Robin, los dos estudiantes terminaron llamando a los bomberos para que auxiliarán al borrachito.
La buena noticia es que el incidente no pasó a mayores. Robin Niven se llevó una cruda y el cuerpo un poco adolorido tras estar en ese pequeño cesto por tanto tiempo.
Por favor, no hagan estupideces sean prudentes cuando tomen…