Las tierras sagradas de la región de Wirikuta regresan a manos de quienes le pertenecen.
Hoy la minera canadiense Majestic Silver cedió 35 terrenos concesionados que en total son unas 45 mil hectáreas al pueblo indígena Wixárika, mientras que el Gobierno Federal confirmó que la zona quedará designada como una “Área Minera Protegida”, de manera que quedará prohibido explotarla.
Bruno Ferrari, secretario de Economía, afirmó que a partir de ahora en conjunto con la Semarnat se coordinarán para denunciar cualquier irregularidad que pudiera presentarse, en tanto que la Profepa continuará vigilando la zona para detener cualquier actividad minera que ponga en riesgo el equilibrio de la región.
Las protestas en contra de la minera comenzaron en diciembre pasado, sumando a músicos, indígenas, activistas e intelectuales en el proyecto a favor de la conservación del pueblo Wixárika y el próximo sábado seguramente en el Wirikuta Fest habrá motivos para celebrar esta buena nueva, en otro claro ejemplo de que la organización y solidaridad social puede gestar los cambios que tanto requiere nuestro país.