Como si aventaras una piedra a un estanque y el oleaje llegara a costas inesperadas, el conflicto militar entre Ucrania y Rusia —y las sanciones montoneras internacionales— han provocado sacudidas económicas por todos lados, especialmente en el mercado energético. Ahorita, por ejemplo, el mundo entero está sacado de onda con los precios del petróleo que están volando por los cielos.
Y aparentemente, después de que Estados Unidos prohibiera la importación de crudo de Rusia, la cosa se puede poner más impresionante.
Arrancamos la semana con el precio de petróleo Brent a 132 dólares por barril, un aumento de casi el 8% y todo de ramalazo. De acuerdo con Reuters, consultoras financieras como Goldman Sachs calculan que el precio podría llegar a un máximo histórico de 200 dólares por barril.
¿Por qué subiría tanto? Pues porque el petróleo de Rusia es verdaderamente importante.
Las sanciones económicas contra Moscú o las prohibiciones para importar el crudo originado en las tierras del vodka —que ya se tomaron por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y podrían seguirle más potencias europeas— significa que se está cortando del mercado al tercer país que más produce petróleo en el mundo, con casi 11 millones de barriles diarios.
Estos mismos enredos, por cierto, están afectando el precio de otros mercados importantísimos en el comercio mundial, como los metales.
El precio del níquel, esencial en la fabricación de baterías, está por los mentados cielos. Subió un 66% en cuestión de horas y tuvieron que dejar de venderlo cuando su precio superó lo 100 mil dólares por tonelada… pero bueno, eso es otra historia, volvamos al petróleo.
¿Cómo puede afectar el petróleo a México?
Las sacudidas en el precio del petróleo ya han afectado a México, solamente que nosotros, como consumidores finales todavía no lo hemos notado.
Desde hace unos días, con el aumento mundial del precio de los barriles, la Secretaría de Hacienda le ha puesto un histórico estímulo fiscal a las gasolinas en México. Sí, desde que arrancó la bronca, los mexicanos hemos dejado de pagar el 100% del IEPS para que no se note el aumento de guamazo. Y además, tuvieron que anunciar un estímulo complementario.
En la Magna, por ejemplo, el estímulo del 100% del IEPS son 5.49 pesos por litro y el estímulo complementario son 0.87 pesos extra.
Eso quiere decir que, con los precios del petróleo creciendo, la Secretaría de Hacienda le está poniendo 6.36 pesos por cada litro de gasolina Magna que compramos. Estos apoyos estarán vigentes hasta el próximo 11 de marzo de 2022.
¿Qué pasará después? Pues entramos al territorio de la especulación o la incertidumbre.
No se sabe cuánto pueda alcanzar el petróleo en el mundo e incluso, cuánto pueda costarle a la Secretaría de Hacienda que sigan dando estos estímulos. “¿Cuánto va a costar? No lo sé, lo que sí les puedo decir es que hay un colchón por ingreso petrolero extra. Parte de este ingreso es propio de Pemex y parte de éste se va al Fondo Mexicano del Petróleo. En los dos casos, es perfectamente utilizable al interior del sector público. Va a costar, pero estamos cubiertos”, explicó Ramírez de la O, el secretario de Hacienda al Economista.
Lo que sí se sabe es que los precios del petróleo tienen impactos más allá de la gasolina, también —al ser materia prima del transporte o la industria— puede impactar en la inflación de la comida o de cualquier otro producto.