Lo que necesitas saber:
En México se llevan a cabo esfuerzos para que todos, todas y todes tengamos acceso a los mismos derechos, como el de una vivienda adecuada y digna.
Si bien el camino para que todas las personas tengan acceso a los mismos derechos en México ha sido largo y no termina, es importante hablar de los esfuerzos para convertirlos en una realidad tangible. Como el derecho a una vivienda digna y las alternativas que las comunidades LGBT+ tienen para lograrlo.
Hablamos de las comunidades LGBT+ (Lésbica, Gay, Bisexual, Trans y más) no por la falsa idea de que buscan “derechos por encima del resto”, sino porque en un principio estos les han sido negados y poco a poco, gracias a los esfuerzos civiles, se han empujado políticas públicas para garantizarlos.
Así que por acá en Sopitas.com platicamos con Carlos Martínez, director del Infonavit, Luisa González y Amado Hernández de la Cooperativa de Vivienda Xochiquetzalli para echarle un vistazo a las alternativas con las que cuentan las comunidades LGBT+ para acceder a una vivienda digna.
Vivienda en México y las comunidades LGBT+
Llegamos aquí porque sabemos que históricamente a las comunidades LGBT+ se les han negado sus derechos, tanto desde gobiernos como la misma sociedad en razón de la orientación sexual e identidad de género.
México no ha estado exento de esos procesos de discriminación. En cuanto al tema de vivienda, tan sólo basta conocer un par de datos de la ENADIS (Encuesta Nacional sobre Discriminación) 2022 —realizada por el Inegi— para darnos una idea de que como sociedad y gobierno nos falta mucho por avanzar.
Por ejemplo en la encuesta, 1 de cada 3 personas en México dijo que no le rentaría su casa a una persona LGBT+ o 43.3% de las encuestadas no acepta que parejas del mismos sexo vivan juntas.
Hay otra encuesta del Inegi —la Endiseg (Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género)— cuyos resultados revelan que todavía queda una gran brecha para consolidar el derecho a la vivienda de las comunidades LGBT+.
A 10% de las personas LGBT+ encuestadas les fue negado un crédito de vivienda y 60% ni siquiera intentó solicitar uno.
Como les contamos, si bien hay avances importantes como la aprobación del matrimonio igualitario en todo México.
O la prohibición de los Ecosig (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género) o las llamadas terapias de conversión y muchas personas se incorporan al campo laboral; lo cierto es que dentro de las mismas comunidades siguen existiendo situaciones de vulnerabilidad.
Una buena alternativa: el Infonavit
Entonces, ¿qué alternativas de vivienda existen para las comunidades LGBT+? El Infonavit tiene una buena respuesta.
Se trata de dos tipos de créditos para comprar una casa en pareja. El primero es Unamos Créditos.
Y otro es el que ha tenido de cajón el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores: el Crédito Conyugal que puede ser aprovechado en el marco de la aprobación del matrimonio igualitario en México.
Sin embargo, por su recién aplicación y la facilidad que existe de que una pareja que no está casada pueda comprar una casa, Carlos Martínez nos platicó un poco más de Unamos Créditos:
“Lo que hicimos a partir de 2020 fue sacar Unamos Créditos, yo creo que es uno de los créditos más relevantes que han permitido que cerca de 8 mil parejas LGBT+ puedan sacar un crédito en conjunto.
Que ya no tengan que estar casados, casadas ni casades, es decir se elimina cualquier barrera jurídica y dices, sabes qué, no importa el estatus jurídico que tengas como familia, tú puedes sacar un crédito de dos personas de manera conjunta.
Y eso ha tenido mucho éxito porque reconoce con eso el Infonavit que las familias se forman de manera distinta”.
Unamos Créditos
Con Unamos Créditos alrededor de 8 mil parejas LGBT+ han podido acceder a un crédito en el Infonavit, de acuerdo con Carlos Martínez.
Este crédito puede ser tramitado no sólo entre parejas de la diversidad sexual, sino entre familias: hijos, padres, mamás que tengan como objetivo juntar sus créditos para comprar una casa.
El único requisito es ser derechohabientes del Infonavit, tener chamba vigente y que cada persona cuente con los puntos de precalificación.
Los beneficios van desde la obtención de un préstamo de hasta 4 millones 889 mil 402 pesos de manera conjunta.
Va de nuevo, para tramitarlo no es necesario el matrimonio y se obtiene una tasa fija de interés del 3.76% al 10.45% dependiendo del nivel de ingreso.
“En toda institución y todo organismo público tenemos la obligación de defender y preservar los derechos humanos”, comentó Carlos Martínez, al explicar la importancia de este tipo de créditos en el Infonavit.
Una cooperativa de vivienda
Justo como lo dijo el director del Infonavit es necesario defender y preservar los derechos desde todas las trincheras.
Si bien de parte del Estado esta es una de las acciones, lo cierto es que aún falta mucho.
El mismo Carlos Martínez nos mencionó que en cuestiones de renta hay una reforma que AMLO presentó el 5 de febrero de este 2024 que permitiría al Infonavit que le pueda entrar a la renta de vivienda.
Pero mientras eso sucede, del lado de la sociedad también hay esfuerzos como los de la Cooperativa de Vivienda Xochiquetzalli, la primera de su tipo en México y segunda en América Latina.
La aventura de la Cooperativa Xochiquetzalli comenzó incluso antes de la pandemia de COVID, en busca de ser reconocida legalmente ante las autoridades como una cooperativa de vivienda.
Su propósito, por lo pronto, es la asignación de un terreno o edificio para que sea habitado por personas LBGT+, así como la aprobación de un crédito.
Luisa González, integrante de Xochiquetzalli, nos explicó que esta cooperativa funciona de manera horizontal.
Es decir, todas, todos y todes sus integrantes participan, pues no hay una jerarquía, aunque sí tareas asignadas para afianzar el funcionamiento de la cooperativa.
Les/los/las integrantes ponen su granito de arena para conseguir su meta porque hay que tomar en cuenta que las comunidades LGBT+ enfrentan distintos obstáculos para acceder a una vivienda adecuada y no todos son los mismos.
Acá la argumentación de Amado Hernández de Xochiquetzalli: “A mí me parece chistoso que a la gente se le olvida que la discriminación es estructural, sobre todo a gays y lesbianas de clase media. Hemos olvidado esa dimensión de la pobreza entre las poblaciones LGBT+”.
“No sólo se trata de vivienda”
“Si tú te vas a los diagnósticos, por ejemplo, no podemos acceder al trabajo, en particular las mujeres trans no pueden acceder a un trabajo formal.
Eso implica que no puedes tener Infonavit, no puedes tener IMSS o ISSSTE, no puedes hacer aportaciones para tu vivienda como cualquier otra persona trabajadora en el país”.
Amado Hernández enumeró las circunstancias que obstaculizan que una persona de las comunidades LGBT+ pueda comprar una casa, ahorrar para un depa o pueda rentar.
Porque como les contamos las problemáticas que las cruzan son distintas aunque tienen el común de que se trata en razón de su orientación e identidad.
“Y si no puedes acceder tampoco a la escuela pues tampoco puedes tener una formación académica que te permita ser un prestador de servicios profesionales y ganar dinero como para comprarte una vivienda, con una inmobiliaria o algún banco.
Entonces, no sólo se trata de vivienda, se trata de todas esas dimensiones de la vida en la cual estamos involucradas”.
Justo ante este panorama es que surge la Cooperativa de Vivienda Xochiquetzalli, integrada por personas LGBT+ y que por el momento sólo está en CDMX. Aquí les dejamos el contacto de la cooperativa por si quieren echarle un ojo.
La importancia de estos esfuerzos
“Aunque todavía no tenemos un terreno ni vivimos juntes, pues ya estamos instando este tipo de herramientas”.
Luisa González comentó que pese a no contar con un terreno o edificio, en la Cooperativa se tienden redes que poco a poco abordan las preocupaciones enumeradas por Amado Hernández.
Además de ir abriendo el camino a otras cooperativas de vivienda con el ánimo de cambiar la idea del individualismo por los cuidados e intereses colectivos.
Al final son esfuerzos que han llevado tiempo en concretarse pero valen la pena para que la población mexicana, en este caso de las comunidades LGBT+, acceda a sus derechos.
“Y hablando precisamente del tema de vivienda, tenemos que visibilizar las luchas y poner sobre la mesa qué políticas hay”, puntualizó Carlos Martínez.