Una viuda en Australia pide extraer esperma de su esposo que se suicidó, y se lo permiten.
Según medios locales, al día siguiente del suicidio de su marido, el juez James Edelman autorizó a la señora C., la extracción del esperma.
La señora C. y su esposo habían comenzado un tratamiento de fertilización in vitro, cuando él se suicidó. Así que ella presentó ante un tribunal del estado de Australia Occidental un recurso de urgencia, pues el hospital a donde se había trasladado el cuerpo, ya le había negado la petición de extraer el esperma y para futuros tratamientos, almacenarlo.
La Ley de Trasplantes y Tejidos Humanos da autorización a este tipo de solicitudes cuando las hacen los familiares de los difuntos, y en casos de muertes por circunstancias sospechosas, quienes dan el permiso son los forenses, por lo que el juez Edelman no pudo negarse.
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