Aunque desde hace días la OMS declaró a la viruela del mono como emergencia de salud, el gobierno de Joe Biden (y de otros países) nomás no se mueven. Así que, para no ser sorprendidos, autoridades de locales de San Francisco y Nueva York comienzan a coordinar acciones contra la enfermedad.
Desde ayer, 28 de julio, en San Francisco se declaró a la viruela del mono como emergencia de salud pública. Las medidas que esta declaratoria implican comenzarán a estar en rigor a partir del 1 de agosto y van con el objetivo de “acelerar y simplificar la respuesta” a la enfermedad.
De acuerdo con The Guardian, al momento de hacerse la declaratoria de emergencia por la viruela del mono, San Francisco reportaba 261 casos de los 4 mil 600 que se tienen registrados en todo Estados Unidos.
“San Francisco es un epicentro para el país. El 30% de todos los casos en California están en San Francisco”, señaló la encargada de Salud de la ciudad, Susan Philip.
En Nueva York la viruela del mono es “amenaza inminente”
Y si en San Francisco se preocupan con sus 261 casos, en Nueva York la cosa no es menor con sus mil 341 casos registrados. Es decir, ahí se concentran más de un cuarto de todos los casos que hay en Estados Unidos.
Por el alto número de casos, Nueva York emitió la declaratoria de “Amenaza Inminente a la Salud Pública”. No sólo en la ciudad (aunque ahí es donde se han registrado la mayoría de los contagios), sino a nivel estatal.
Pese a que algunas personas han reprochado el señalamiento de que la viruela del mono ha sido mayormente reportada entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, tanto en San Francisco como en Nueva York se ha hecho hincapié en el dato, sin dejar de mencionar que toda persona corre riesgo de contagio.
“Cualquiera puede contraer la viruela del simio, que se propaga principalmente a través del contacto físico cercano entre personas. El brote global actual parece ser impulsado por la exposición relacionada con el contacto sexual íntimo. Ciertas poblaciones actualmente están más afectadas que otras, incluidos los hombres que tienen sexo con hombres”, señala la Dra. Mary T. Bassett, Comisionada de Salud del Estado de Nueva York.
Con las declaratorias, en San Francisco y Nueva York se comenzarán a movilizar más recursos y personal para enfrentar el brote y acelerar la planificación de emergencia. Dichos recursos van para todos, pero una significativa parte se destinará para atención del grupo detectado como “desproporcionadamente impactado”.
Aunque lo anterior es visto en algunas partes como estigmatizador, en San Francisco, previo a la declaratoria de emergencia, activistas de la comunidad LGBTQ protestaron ante las oficinas del Departamento de Salud por lo que consideraban una lenta respuesta de las autoridades al brote de viruela del mono.
Ni en San Francisco ni en Nueva York las declaratorias implican confinamiento, ya que la viruela del mono se contagia, principalmente, por contacto físico. En lo que impactarán las acciones de las autoridades locales es en la implementación de más pruebas para detectar la enfermedad y más dosis de la vacuna Jynneos, la más efectiva contra la enfermedad, hasta el momento.