Si tras resultar falsa la noticia de los siete viejitos que murieron en una orgía belga, creían que la gente de la tercera edad nomás ya no paragüas busca el amor, pues están equivocados. Buscando información sobre cuáles son los licuados más sabrosos que se venden en los mercados capitalinos, nos encontramos con esta nota en la que más de un lector fan de lo vintage estará interesado.
Relativamente conocida, la cantante de música vernácula rumana, Elena Milea, salió en la TV de su país para emocionar los marchitos corazones de varios de sus fans. Según esta mujer con voz de ruiseñor, a pesar de sus 60 años se mantiene virgencita… y mejor aún: está en busca de un amante. Incluso dice contar con un certificado médico que demuestra lo imbatible de su guarida y no vacila en presentarlo para probar que su historia es verdadera.
Inmediatamente después de echar la convocatoria, las líneas de comunicación del canal se inundaron con llamadas de pensionistas quienes pedían un chance de deshojar esa florecita… pero la cosa no es tan fácil, ya que según la cantante, oportunidades para darse el remojo nunca le faltaron, pero nomás no era de su interés:
“Nunca tuve relaciones sexuales porque quise. He visto a muchas mujeres casadas infelices y yo no quería terminar como ellas. Chicos me cortejaron, pero yo no quería porque no sentía la necesidad. “
Pero a todos les llega su momento y esa necesidad de la que habló, pues ya se le despertó. Sin embargo ya puso requisitos para quien quiera estrenar algo este año: “Quiero un hombre que no sea gordo y no me gustaría que fuera celoso, porque he visto los celos en las familias de mis hermanas. Debe tener fe en Dios, preocuparse por mí y no ser un mentiroso o un farsante. ¿Es mucho pedir?”
Pese a los “altos requerimientos” las llamadas siguen llegando al canal en que doña Elena hizo su anuncio… han sido tantas que hasta el portavoz del medio tuvo que salir que ya dejen de estar marcando: ‘Pasamos horas en decirle a la gente que no les podíamos dar su número de teléfono y explicando que no éramos una agencia de citas”… ohh, pos pa’ qué no explican bien.