La tensión e indignación en Estados Unidos está llegando a un punto preocupante. Esta semana, la policía de Minneapolis quedó en el ojo del huracán tras la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano bajo su custodia. Esta conducta violenta ha puesto en el debate —una vez más— el papel autoritario y extremista que han tenido las autoridades con las minorías raciales en nuestro país vecino durante décadas.

El caso que se ha hecho viral provocó el enfado de miles de personas pues enmarca un evidente abuso de poder y de violencia.

Foto: Captura de pantalla

Las imágenes son verdaderamente escalofriantes. En el video, de casi 8 minutos, se puede ver como George Floyd —un hombre afroamericano de 46 años— pierda la vida en manos de la policía mientras les suplica que detengan el castigo físico. “Por favor, no puedo respirar”, repetía el sujeto mientras el patrullero ponía la rodilla contra su nuca.

Minutos más tarde y con la presión de la rodilla todavía en su nuca, George Floyd perdería la vida.

En su versión original de los hechos, los policías que participaron en la muerte del hombre afroamericano dijeron que estaban respondiendo a una denuncia de falsificación. Cuando llegaron, Floyd se encontraba en su coche y se resistió —según ellos— al arresto.

Las autoridades de Estados Unidos no desmintieron a los cuatro policías, pero sí señalaron su violencia y remarcaron que fueron despedidos.

Al momento no han sido arrestados.

El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, dijo que la manera en la que arrestaron a George Floyd va en contra de todas las regulaciones. “La técnica utilizada no está permitida. No es una técnica que entrenen nuestros oficiales. El jefe de policía fue muy claro: no hay razones válidas para aplicar esa clase de presión en el cuello de alguien y mucho menos con la rodilla”. 

Las protestas

Cuando el video de la muerte de George Floyd en manos de la policía se hizo viral, cientos de personas han salido a las calles reclamando justicia.

Los manifestantes —muchos usando cubrebocas— marcharon por las calles con letreros que remarcaban la violencia de la policía o recordaban las dolorosas palabras que el hombre fallecido dio con su último aliento: “No puedo respirar”.

Foto: GettyImages

Dos días de protestas y manifestaciones han desencadenado una serie de eventos desafortunados en Minneapolis: patrullas destrozadas, incendios en edificios, tiendas quemadas, saqueos e incluso un hombre perdió la vida en un tiroteo.

Foto: Getty Images.

Sin embargo, las protestas también han llenado las calles de Estados Unidos con poderosos mensajes. 

“Black Lives Matter”, se lee en las pancartas. “Rest In Power”, muestran las playeras con el rostro de George Floyd. Puños en el aire y capuchas. Cientos de personas señalando la violencia y el racismo en el país de las barras y las estrellas. Frente a los edificios oficiales, un grito al unísono que le recuerde a las autoridades las últimas palabras de un hombre cuyo asesinato sigue en completa impunidad: “No puedo respirar”.

Protesta del 27 de mayo. Foto: Getty Images.

Mientras el propio FBI investiga el caso para que no quede impune, la historia ha provocado una creciente tensión en Estados Unidos.

Aunque las imágenes son sorprendentes, la realidad es que George Floyd se une a una larguísima lista de hombres afroamericanos que han perdido la vida en custodia de la policía, quienes —ignorando completamente sus peticiones de ayuda— le dieron privilegio a la violencia que a su función de servir y proteger a la comunidad.

“Ser afroamericano en Estados Unidos no debería ser una sentencia de muerte”, señalaba el alcalde de Minneapolis al cerrar su conferencia de prensa. 

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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