Ahí está, cul#%&ros: si no es por conciencia de que está mal pasarse de lanza con las mujeres, mínimo dejen de violentarlas por temor de dios. Si lo hacen, están del lado de satanás, según avisó el papa Francisco.
En un programa transmitido ayer, 19 de diciembre en la cadena TG5 de Italia, el papa Francisco se aventó una plática con mujeres y ahí fue donde hizo el comentario respecto a la violencia doméstica.
“El problema es que, para mí, es casi satánico porque se está aprovechando de una persona que no puede defenderse, que sólo puede (intentar) bloquear los golpes”, señaló el líder de la iglesia católica.
Según CNN, lo anterior es lo más heavy que ha dicho el papa Francisco para referirse a la violencia doméstica. Ya lo había hecho en ocasiones anteriores, pero ahora ocupó un comentario “más fuerte”, en cuanto a términos empleados.
La violencia doméstica “es humillante”, agregó el papa Francisco luego de recordar que el número de mujeres que son golpeadas y maltratadas en sus hogares es demasiad alto.
El comentario del llamado “santo padre” se dio a raíz de que en el programa una mujer identificada como Giovanna (quien fue víctima de violencia doméstica) le preguntó cómo puede recuperar su dignidad tras haber sido violentada por su propio marido.
Al parecer no supo dar una respuesta, pero sí consideró que una agresión física es humillante. Por eso, pidió a la gente no agredir a nadie (ahhh… ok).
“Es humillante cuando un padre o una madre abofetean a un niño, es muy humillante”, señaló el papa… para luego agregar que, de todas las violencias, la peor es la que se nota en el rostro, “porque la dignidad se refleja en el rostro de la persona. ¿Cuál es la dignidad de las mujeres golpeadas y maltratadas?”
Además de abordar la violencia doméstica, el papa Francisco habló sobre la crueldad hacia la gente en situación de calle. “Estamos entrando en una cultura de la indiferencia”, lamentó el líder del Vaticano.
Por otra parte, también abordó un poco la situación de la pandemia, alentando que, en la medida de lo posible, se vuelva al contacto cara a cara, ya que la comunicación en línea “carece de ternura”.