Lo que necesitas saber:

El 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA desde 1988.

El 1º de diciembre fue declarado como el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1988. ¿El propósito? Hacer conciencia sobre la enfermedad, acabar con los estigmas y enfocar los recursos necesarios para responder a la epidemia.

De acuerdo con ONUSIDA —el esfuerzo mundial por poner fin a la epidemia de SIDA—, durante 2022 39 millones de personas vivían con VIH en todo el mundo. 

Y se estima que 1.3 millones de personas contrajeron la infección durante ese mismo año en todo el mundo.

Si bien ha habido un avance importante a nivel mundial, la organización calcula que 630 mil personas perdieron la vida a nivel mundial en 2022, un 69% menos en comparación con el 2004.

¿Qué es el VIH y qué es el SIDA?

El VIH es el virus de inmunodeficiencia humana, se trata de un retrovirus que infecta las células del sistema inmune del ser humano —las defensas, pues— para destruirlas o dañarlas. Es por eso que la infección reduce el sistema inmunitario lo que a su vez se traduce en inmunodeficiencia, un debilitamiento de la capacidad del cuerpo para defenderse de agentes extraños.

Las personas con inmunodeficiencia son mucho más vulnerables a las infecciones de todo tipo, enfermedades en general y cánceres.

Pero no es lo mismo que el SIDA. El SIDA es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida y se define como la serie de síntomas e infecciones a consecuencia del VIH. Es decir, el SIDA es una evolución negativa y más avanzada del VIH.

De acuerdo con ONUSIDA, la mayoría de personas que se infectan con VIH y no se tratan, comienzan a presentar síntomas de SIDA entre ocho y diez años.

¿Cómo evoluciona el VIH?

El VIH se puede encontrar en fluidos corporales de la persona infectada como la sangre, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna. Entonces, el virus se puede transmitir a través del contacto sexual sin protección y con penetración, transfusiones de sangre, inyecciones, así como de madre a hijo durante el embarazo, nacimiento o lactancia.

Si por alguna de las circunstancias anteriores una persona entra en contacto con el VIH, de manera inmediata la mayoría no presenta síntomas, aunque algunos casos reportan mononucleosis infecciosa que se acompaña de fiebre, sarpullido, dolor en las articulaciones o ganglios linfáticos inflamados. Esto ocurre más o menos entre uno y dos meses de la infección.

Foto: Pixabay

Para tratar la infección por VIH se utiliza un tratamiento basado en antirretrovirales que bloquean la reproducción del virus en el cuerpo y mientras la persona está en tratamiento, no puede transmitirlo.

A esto se refiere cuando se habla de un paciente con una carga viral indetectable: cuando la cantidad de virus en la sangre está por debajo del límite de la detección de la prueba.

Las cifras de VIH en México

De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2021 la tasa de mortalidad por VIH/SIDA fue de 3.7 personas por cada 100 mil habitantes. En el caso de hombres la tasa es de 6.3 y en mujeres 1.2.

Los estados con más muertes relacionadas con VIH son Veracruz seguido por Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México.

Foto: INEGI

De acuerdo con el informe de Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH de la Secretaría de Salud (SSA), desde 1983 y hasta el primer semestre de 2022, en México se ha diagnosticado a 341 mil 313 personas con VIH. De este total, 278 mil 599 (81.6 %) son hombres y 62 mil 714 (18.4 %), mujeres.

De 2010 a julio de 2022 se diagnosticaron 168 mil 293 nuevos casos de VIH. En 2018 se detectó la mayor prevalencia, con 17 mil 486 casos.

Foto: INEGI

Hasta junio de 2022, en la plataforma del Sistema de Administración, Logística y Vigilancia de Antirretrovirales (SALVAR) de la Secretaría de Salud, se registraron 121 mil 835 personas en tratamiento antirretroviral con estatus activo.

Mitos del VIH/SIDA

Si bien la educación con respecto a esta enfermedad ha mejorado conforme los años, los estigmas y discriminación en contra de las personas que la padecen aún existen y reproducen mitos que deben ser desmentidos. Por ejemplo:

  • Me puedo infectar de VIH si beso (intenso o no) a una persona.

En realidad no. Los besos en la boca no representan un riesgo para la transmisión del virus y al momento no hay ninguna prueba de que se pueda transmitir por medio de la saliva.

  • Mantener relaciones sexuales con personas que viven con VIH garantiza el contagio

No necesariamente. Si la persona está bajo tratamiento activo y adecuado con antirretrovirales, el virus está totalmente suprimido y no se puede transmitir. Pero la recomendación es practicar sexo seguro de preservativos femeninos y/o masculinos.

  • Si dos personas con VIH tienen relaciones, no deben protegerse porque ya están infectados. 

Falso. Lo mejor para una persona con VIH es no infectarse con una cepa distinta, por eso es importante el sexo seguro en todas las ocasiones.

  • Me puedo infectar con estar cerca o tocar a una persona con VIH

No. Como lo mencionamos anteriormente, es necesario el contacto con sangre, semen, fluidos vaginales o leche materna, en el caso de los bebés.

  • El VIH es una sentencia de muerte

No. Aunque actualmente no existe una cura para el VIH, ni una vacuna —aunque andan haciendo emocionantes pruebas—, el tratamiento es efectivo y si se aplica de manera inmediata y de forma regular, la persona accede a calidad de vida y una esperanza de vida similar a la de las personas no infectadas.

  • Me puedo infectar si me pica un mosquito que picó a una persona con VIH

No, así no se transmite el virus. El insecto no se puede infectar y por lo tanto no puede infectar a un ser humano.

Foto: Pixabay

Recuerda, si ya iniciaste tu vida sexual, puedes realizarte una prueba de VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual de manera regular para detectar una infección, tratarte a tiempo y evitar que se propaguen con otras personas. Siempre practica el sexo seguro, utilizando preservativos para hombre y mujer de forma adecuada.

Tener VIH no te quita ningún derecho. Nadie puede solicitarte una prueba de VIH para darte un trabajo o para discriminarte en algún otro ámbito de la vida. Los resultados de una prueba son confidenciales y nadie tiene acceso a ellos excepto tú, a menos que quieras lo contrario. 

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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