Gran controversia se ha generado alrededor de Counter Strike: Global Offensive, debido a que el juego ofrecerá la posibilidad de encarnar a miembros de una organización bastante similar a los del grupo separatista vasco ETA.
A pesar de que en el juego los personajes son simplemente conocidos como “Separatistas”, resulta clara la referencia al incluir la típica vestimenta con capucha blanca y boina negra, también conocida como txapela. De acuerdo con Valve, compañía detrás de este título, los Separatistas representan una “facción minoritaria europea” que perpetra “actos atroces de terror con el fin de lograr su visión nacionalista”.
Cabe mencionar que además del ya mencionado grupo, en Global Offensive los jugadores podrán elegir desempeñar el papel de fuerzas policiales como el FBI o SWAT, además de otras agrupaciones conflictivas como “piratas”, “mercenarios” y “anarquistas”.
Como podrán imaginarse, las reacciones al respecto no se han hecho esperar, pues el delegado del Gobierno central en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha declarado que el hecho de poder jugar como el miembro de un grupo terrorista similar a ETA es un “disparate absoluto” y una “inmoralidad” que “humilla” a las víctimas.
De acuerdo con una entrevista a Europa Press, Urquijo ya le ha solicitado a Valve que no comercialice el juego, al menos no como está diseñado hasta ahora. Además de aprovechar la oportunidad para recordarle a la empresa que como consecuencia de los actos de ETA se “ha asesinado a 857 personas en España”, por lo que pide “un poco más de respeto e información” por parte de la industria.
El lanzamiento de Counter Strike: Global Offensive se tiene planeado para el próximo 21 de agosto, estando disponible para Xbox 360, PlayStation 3, Mac OS y PC. Aunque debido a la polémica no sería raro que su llegada sufriera algún retraso.
Tomando en cuenta que los videojuegos son una mera forma de entretenimiento, ¿cuál creen que sea el límite de lo “prohibido”?
Vía: El País / Europa Press