El futbol es un deporte de contacto, en el que pocas veces vemos patadas arteras que buscan lastimar al rival y muchas menos las que provocan un daño real, pero en Indonesia la situación llegó a un extremo que pocas ocasiones podemos ver.
Después de un rechace del portero, el delantero del Persiraja, Akli Fairuz, corrió para intentar un contraremate, pero recibió una dura patada del guardameta rival, que salió con un brutal “planchazo” directo al abdomen de su oponente.
De inmediato los compañeros del jugador se dieron cuenta que el estado de salud del hombre era desfavorecedor, por lo que de inmediato lo llevaron a un hospital en donde lo operaron de los intestinos, pero para su mala fortuna murió a los pocos días de la intervención:
Ojalá no volvamos a enterarnos de algo como esto, duele cuando el futbol tiene escenas de esta índole.