Carlos Hernández es el nombre de un migrante menor de edad que fue detenido por la patrulla fronteriza de Estados Unidos el 13 de mayo pasado. Una semana después, Carlos murió, lo que generó una gran indignación pues, de acuerdo con la BBC, se trata del sexto caso de un menor de edad que fallece en manos de esa institución durante el mandato de Donald Trump.
Pero la indignación alcanzó nuevos niveles recientemente pues la organización ProPublica dio a conocer el pasado jueves un video donde se observa cómo fue la muerte del joven guatemalteco de 16 años de edad.
Al momento de su detención, Carlos fue diagnosticado como saludable, por lo que fue ingresado al centro de detención de McAllen, Texas. Sin embargo, en días posteriores enfermó y le diagnosticaron influenza, lo que motivó su traslado a la sede de la patrulla fronteriza en Weslaco, también ubicada en Texas, donde fue puesto en cuarentena en una celda aislada junto a otro migrante.
En el material se puede ver a Carlos despertando en la madrugada y mostrando señas de malestar. Aparentemente se acercó a una ventana de su celda para pedir ayuda, aunque esto no se puede confirmar porque en ese momento salió de cuadro. De pronto cae al suelo donde permanece varios minutos, logra levantarse y camina hacia el pasillo del baño, lugar donde vuelve a caer y convulsiona hasta que ya no se mueve más. En ningún momento se observa a agente fronterizo alguno brindándole atención.
Los reportes de las autoridades señalaban que el joven fue encontrado muerto en una de las revisiones de los agentes, las cuales supuestamente debían hacerse cada dos horas por el estado del menor. No obstante, en el video se aprecia que Carlos estuvo al menos cuatro horas tirado en el piso después de morir (antes de las dos de la mañana y hasta las 06:05 horas) y que fue su compañero quien alertó al personal cuando despertó y lo observó en el suelo. Es hasta ese momento cuando se puede ver a un par de agentes ingresando a la celda.
Te dejamos a continuación el video, pero ojo, las imágenes pueden herir la sensibilidad de algunas personas, así que les recomendamos discreción.