Lo que verán a continuación no es parte de alguna campaña promocional o un anuncio. Sí ocurrió, precisamente en una tienda de ropa en Ormskirk, West Lancashire, Inglaterra.
Una mamá decidió ir a comprar ropa y se llevó con ella a su hija de casi dos años de edad llamada Luella.
Para que la pequeña no se pusiera a llorar mientras ella veía qué había de bueno en la tienda, le prestó a la pequeña su iPhone para que viera a Barney el dinosario, porque Luella “ama” al dinosaurio morado, ese de la voz gangosa.
Pues todo iba muy bien, pero en la tienda también estaba un señor que aparentemente siguió a la joven madre de 26 años y a su nena.
El cuzco este se dio cuenta de que la mamá le dio el iPhone a la niña y ¡órale! Que se acerca cautelosamente y sin pensarlo dos veces: “presta pa’ la orquesta”.
¡Se lo robó a la pequeña, así como si nada! Chéquenlo para que vean al malandrín:
Con lo que no contaba es que las cámaras lo cacharon y no se salió con la suya.
¿Qué tal? Cada vez le creo más al Buki… ¿a dónde vamos a parar?