En Veracruz, unos policías quisieron aplicar sus nulos conocimientos en Derecho y, tras conocer sobre un caso de abuso sexual, propusieron a la víctima y su padre llegar a un acuerdo. ¿Para que llevar al bote al agresor, si podían integrarlo a la familia? De acuerdo con Proceso, la menor de edad y su padre acudieron al ayuntamiento de Mecatlán, Veracruz, para solicitar a la policía apoyo para trasladarse a la Fiscalía Especializada de Papantla, donde habrían de presentar la denuncia penal por la agresión sexual. Y así iba el trámite, sin embargo, los oficiales desviaron el trayecto de su patrulla (en la que también iba el agresor y su progenitor, por cierto) para dirigirse a un campo deportivo donde los esperaba el abogado del victimario “para negociar”.

Como parte de los ofrecimientos que hizo el agresor para que su victima desistiera de acusarlo estaba una compensación monetaria, la promesa de comprarle un terreno y, además, una irresistible oferta de matrimonio. ¿Irresistible? Pues al menos para los policías que los acompañaban así fue, ya que ellos fueron los que se encargaron de presionar a la chica y su padre para que no denunciara al agresor y, en lugar de eso, aceptara celebrar el casamiento. Pese a las presiones de los agentes (quienes incluso la retuvieron), obviamente, la menor y su padre rechazaron el trato.

En fin, tristes al ver cómo le rompieron su romántico corazón al agresor sexual, los policías decidieron que ya había sufrido mucho por el rechazo y no lo pusieron disposición de las autoridades correspondientes. Tiempo después, fue liberado en una comunidad vecina.

Este caso llegó a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Veracruz, la cual determinó que, evidentemente, las autoridades habían actuado indebidamente en la integración de la investigación ministerial. Además, acusaron “omisión en la protección de la víctima e injerencias arbitrarias contra la integridad psíquica de la víctima”. Sin embargo, el alcalde de Mecatlán no aceptó los señalamiento hechos contra sus muchachos… y el asunto escaló hasta la CNDH, la cual -además de confirmar lo recomendado por su homóloga estatal- pidió al ayuntamiento de Mecatlán reparar integralmente a la joven, además de inscribirla en el Registro Estatal de Víctimas, esto con el objetivo de que accedan -tanto ella como su padre- al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral del Estado, entre otras acciones.

Y sí, desgraciadamente todo lo anterior se quedan en meras recomendaciones, las cuales las autoridades no están obligadas a cumplir.

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