Sin duda Veracruz es uno de los estados más trastocados por la violencia, nos hemos enterado de acontecimientos atroces por parte de la delincuencia organizada y por sospechosas maniobras de autoridades locales que dejan en duda si realmente se preocupan por la seguridad de la ciudadania o trabajan para atormentarla.
En todo México existe una -muy triste- lista de desaparecidos, una lista que no le importa edad, sexo ni condición. Y atrás de esta lista existe un gran número de familias desgarradas, quienes día a día viven el vacío de un ser querido con la impotencia de no saber su paradero. Fue así que surgió la primer Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, conformada por familias que han tenido que salir por su propia cuenta en búsqueda de los cuerpos de sus seres queridos, al menos para estar con la tranquilidad -paradójicamente- de saber dónde están.
La Brigada anunció hace unos días su conformación, así como su primera misión: Veracruz, en donde dejaron muy en claro que se unirían con las familias y los locatarios de la zona para llevar a cabo una búsqueda que diera tranquilidad a las familias veracruzanas.
El día de ayer realizaron la primer búsqueda en Amatlán de los Reyes, bajo el insulto de 35 centígrados, los brigadistas, quienes aseguraron que regularmente las primeras visitas son para ir conociendo el terreno, se llevaron tremendas sorpresas que causaron un revuelo sentimental.
Casi cuando terminaba la jornada, los buscadores encontraron un cartucho quemado calibre 20 para escopeta al lado de un aparato sexual con argolla para ensanchar la cabeza del pene, dos objetos que dejaron en claro la sangrienta y triste historia que esconde aquellos terrenos. Continuaron tan sólo unos metros más y encontraron kilos de ropa marcadas con sangre, en su mayoría tallas juveniles, desde blusas de niñas de 10 años hasta pantalones de varones de talla chica, objetos que de inmediato removió sentimentalmente a los padres, que a pesar de estar seguros que esas prendas no les pertenecían a sus hijos, saben que hay una fuerte conexión que los lleva a ellos, un mismo punto en común: el horror de la violencia en México.
Y así, en el primer día de búsqueda, parece que Veracruz no soporta más y vomita las desgarradoras pruebas, objetos que dejan en claro la triste situación que se vive en nuestro país, y que lamentablemente parece omiso ante la cotidianidad.
Los padres de familia comentaron que ya han recibido llamadas de atención, no tanto de amenaza pero sí advirtiéndoles que están en un terreno que tiene historias bastante oscuras que recomiendan no desenterrar. Ellos advierten que no se detendrán y que a pesar de que el estado no les ofreció ningún tipo de seguridad y/o apoyo, ellos no temen porque están muertos en vida desde que perdieron a sus seres queridos.
No seamos indiferentes ante los gritos que emergen de todos los estados de la república, es aterrador el número de desaparecidos y la impotencia del gobierno por lograr una solución.
