En la última semanas la calidad de vida en Venezuela ha alcanzado un nuevo punto bajo. Además de sufrir de un alto índice de violencia, existen varios reportes de la mala calidad del aire y del agua potable que además escasea.
Casos como el de Yajaira Espinoza, nos han hecho darnos cuenta de la alarmante situación que se vive en Venezuela. En su relato nos cuenta que los hospitales están llenos de pacientes con Zika, además de que una densa nube de smog envuelve a la ciudad.
Han sido unos duros años para Venezuela, sufriendo de crímenes violentos, cortes de electricidad crónicos, bajas en el precio del petróleo del cual dependen mucho, además de tener un gobierno fracturado y serios problemas de salud. Pero en la última semana, la miseria se ha expandido a niveles nunca antes vistos.
Una súbita combinación de desastres naturales y varias fallas humanas han causado un fenómeno llamado calima, el cual crea nubes de polvo y ceniza. También, una prolongada sequía causado por El Nino ha generado varios incendios forestales. Y los niveles de agua de la presa Guri, productora del 40% de la electricidad en el país han bajado.
Debido a la inseguridad y el crimen, la ayuda gubernamental no ha servido de mucho. Debido a las sequías, el gobierno ha mandado pipas de agua a las zonas más necesitadas, pero desafortunadamente estas son robadas constantemente.
“Entre dos y tres veces por semana, se roban las pipas que mandamos. Las pipas son detenidas por grupos de maleantes que obligan al conductor a cambiar de ruta para que descarguen el agua en las zonas que ellos controlan.”
La calidad del aire se ha vuelto tan mala que más de 3700 casos de enfermedades respiratorias causadas por el clima, se han reportado en los centros de salud de Caracas. Además que productos básicos como papel de baño, comida entre otros, se han vuelto muy difíciles de encontrar.
“El agua está saliendo amarillenta. Además, las enfermedades estomacales están aumentando, especialmente la diarrea. La falta de agua potable está causando varias enfermedades en la piel.”
A principios de mes, el presidente Nicolas Maduro anunció un plan de 60 días para conservar la electricidad, declarando que cada viernes durante abril y mayo, será de descanso para los trabajadores. Además de cambiar el huso horario del país, cortando la semana laboral para los trabajadores públicos a 5 días por semana y recortando el suministro de energía de las tiendas.
En el 2015 la economía de Venezuela bajo en un 5.7% y se espera que baje un 8% más este año de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Su moneda ha bajado un 98% de su valor y se proyecta que la inflación ascienda en 500%.
Estos eventos han convertido a Maduro en uno de los líderes más odiados. A pesar de que en diciembre del año pasado, la oposición obtuvo una victoria contundente, la intervención de Maduro y de la Suprema Corte no han dejado que la nueva legislatura tome su lugar.
La situación en Venezuela parece que no se compondrá en un buen tiempo. Y mientras Nicolas Maduro siga teniendo influencia en la política, el cambio que este país merece, no llegará pronto.
