Para que no digan, en Chiapas matan dos pájaros de un solo tiro: prevención familiar y apoyo a los artesanos.
Un “bonito” artículo puesto en venta como parte de la Expo-venta de productos “Marca Chiapas”, causó la indignación de defensoras de derechos humanos, ya que la “artesanía” en cuestión remite a “la tortura con visión de género, específicamente para castigar y controlar cuerpos femeninos”, señaló Martha Figueroa, del Centro de Derechos de la Mujer.
Se trata de un cinturón de castidad elaborado por la empresa especialista en el manejo de latón y herrería “Metalistería Hermosillo”, y distribuido por Casa Chiapas, FONAR, Fomento Banamex, entre otros. El anuncio del calzoncito metálico rezaba: “Calzón de castidad hechos en cadena con tres candados, sus medidas son 40 x 40. Son productos únicos”.
Ante las protestas recibidas por diversas organizaciones en pro de la mujer y los derechos humanos, Casa Chiapas, promotora de la “Marca Chiapas” procedió al retiro del catálogo que hubiera hecho las delicias de los miembros de la Inquisición, el cual se encontraba en la página web www.chiapasoriginal.com.mx.
Las personas que se muestran en contra de este producto, respetan la libertad de aquellos que gusten del artículo medieval, sin embargo lo que ha desatado su molestia es que el propio estado de Chiapas apoyó la venta del artículo:
“Claro que hay libertad para que los use quien los quiera usar y para venderlos quien los quiera vender. Lo que no es permisible es que el estado olvide la lucha de equidad, respeto y visibilidad a favor de intereses de mercadotecnia. Marca Chiapas es una marca comercial”.
Lo anterior fue declarado por la psicóloga Dulce Bonifaz, quien exigió el retiro de las piezas, esto para mantener la congruencia del discurso institucional:
“Quien lo hizo (el cinturón de castidad) es libre de hacerlo; quien lo compre, libre de comprarlo; quien se lo paga, libre de ponérselo, pero la función del Estado es respetar las normas de lucha y batalla por la visibilidad, respeto y equidad”.