Recientemente ha habido varios derrumbes en Santa Fe, lo cual ha provocado que los vecinos de las zonas en riesgo sean desalojados de sus casas.
Esta situación es preocupante ya que según denuncian los vecinos y algunos expertos, los derrumbes se deben (y no nos sorprende) a la corrupción que hubo para otorgar los permisos a las constructoras, a las que les importó más el billete que la seguridad de los habitantes y ahora se ven las consecuencias.
Además, estos derrumbes ponen en riesgo a las personas que viven en varias zonas de Cuajimalpa y representa también una omisión por parte de las autoridades ya que no planearon el desarrollo urbano basándose en las normas básicas de riesgos.
“Lo que sucede es que usted asume como comprador, que el edificio donde usted vive se encargo de verificar que existiera un dictamen de Protección Civil. Y el problema viene cuando el edificio ni siquiera legalmente obtuvo sus permisos. Aquí la protección civil y la corrupción se vinculan en detrimento de la seguridad del ciudadano”, explicó Josefina MacGregor, portavoz de la red Suma Urbana.
Por su parte, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, sobrevoló la zona de derrumbes junto con el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Puente, y aunque aseguraron que no hay riesgos y se están tomando las medidas de seguridad necesarias (un poco tarde…) ya han sido desalojadas 116 personas, las cuales, según afirmó Vecinos Unidos, en caso de que perdieran sus hogares, el Estado no les devolvería nada.
Hay que recordar que Santa Fe solía ser un tiradero de basura que en los ochentas se logró limpiar y comenzó un mega proyecto industrial donde varias empresas metieron mano pero el crecimiento desmedido ha creado que surjan este tipo de problemas, según acusan varios, por falta de planeación urbana y por la corrupción en permisos, de lo cual se acusa a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).
VÍA: Sin Embargo