Mientras la Variante Delta de COVID hace de las suyas en México y avanzamos a un paso preocupante por el alfabeto griego, las alertas están prendidas en Sudamérica por el crecimiento de la Variante Lambda… y claro, las siguientes mutaciones de este virus que, pareciera, tiene más evoluciones que cualquier Pokémon.
También era conocida como la variante peruana (C.37), por su aparición inicial en el país andino.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera a Lambda como una de las Variantes de Preocupación. Sin embargo, sí es una de las que —oficialmente— están monitoreando para medir sus efectos en el mundo.
¿Eso qué quiere decir? Que forma parte de una categoría llamada “Variantes de Interés”.
Las Variantes de Interés, como Lambda, según la OMS, son aquellas que tienen algunos cambios genéticos que podrían —aunque no está comprobado— afectar su transmisión, diagnóstico o severidad. También, son variaciones del virus que se encuentran relacionadas a la prevalencia geográfica en algún país.
En resumen, es una variante que sí preocupa…. pero no tiene las alarmas prendidas hasta el momento.
¿La bronca? Tenemos que voltear a ver a Lambda
La presencia de Lambda en Sudamérica es tremenda, cerca del 80% de casos de COVID en Perú están relacionados a esta variante y se han encontrado otros cúmulos de confirmaciones en Chile, Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador.
Actualmente no hay evidencia de que sean más contagiosa o grave que otras variantes, pero sí hay un reporte preocupante.
Esta semana, gracias a información recopilada por la agencia Reuters, nos enteramos de un estudio en Japón que encontró que esta variante tiene un detalle de alarma: no hace a la enfermedad más seria, pero pareciera tener resistencia a las vacunas.
El estudio se publicó en un diario científico llamado bioRxiV pero todavía no ha sido revisado al 100%.
“Lambda podría ser una amenaza potencial a la sociedad humana”, alertaba Kei Sato, uno de los investigadores de la Universidad de Tokio que realizó el estudio en el que, técnicamente, no apretaba el botón de pánico pero sí pedía mantenernos informados y atentos a las posibilidades.
En fin, todavía hay mucho qué aprender del COVID y sus variantes, pero mientras, vamos echándole el ojo a Lambda.