Vanessa Rubio, extitular de subsecretarías como en la desaparecida Secretaría de Desarrollo Social, Relaciones Exteriores y Hacienda —durante la gestión de José Antonio Meade en estas dependencias— avisó a la bancada del PRI que pedirá licencia para separarse del cargo como senadora y dedicarse a la investigación.
El anuncio de Vanessa Rubio ha sido de interés en redes y medios por dos cosas: la extradición de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, y la posibilidad de que su curul en la Cámara de Senadores la tome Morena.
Solicité licencia para dedicarme por un tiempo a la academia y consultoría. Después de 26 años de trabajo en la administración pública tomo esta decisión personal y familiar. Siempre con la cabeza en alto,siempre comprometida con mi país.Ya con licencia, decidiré la mejor opción.
— Vanessa Rubio Márquez (@VRubioMarquez) July 16, 2020
Hasta pronto, Senado
Mediante un mensaje en Twitter, Rubio confirmó su decisión:
“Solicité licencia para dedicarme por un tiempo a la academia y consultoría. Después de 26 años de trabajo en la administración pública tomo esta decisión personal y familiar. Siempre con la cabeza en alto, siempre comprometida con mi país. Ya con licencia, decidiré la mejor opción“.
Se supone su solicitud será procesada el próximo lunes y listo: al quite tendrá que entrar la senadora suplente Nancy Guadalupe Sánchez, quien declaró hace un par de días que estaba “divorciada” del PRI.
¿Y eso por qué es importante? En realidad, se trata de rollos entre bancadas, pues una vez separada del PRI, Nancy Guadalupe Sánchez aún no decide a qué partido recurrirá o si se moverá como legisladora independiente.
Además de este asunto, la salida de Vanessa Rubio ha sido vinculada —por la banda tuitera y algunos politólogos— con el caso de Emilio Lozoya, quien supuestamente tiene bajo la manga una serie de videos donde demostrará cómo algunos funcionarios comprometieron su palabra para que la reforma energética de EPN pasara sin fallas.
Sin embargo, no existe ninguna investigación oficial que señale a la senadora del PRI y mucho menos que lleve la investigación de Lozoya hacia ella. Sólo como contexto, aquí va un breve perfil de su carrera política.
Vanessa Rubio
Licenciada de Relaciones Internacionales, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, Vanessa Rubio ocupó distintos cargos en tres secretarías distintas —siempre de la mano con José Antonio Meade.
De enero de 2013 a septiembre de 2015, Vanessa Rubio trabajó como subsecretaria para América Latina y el Caribe de la SRE (Secretaría de Relaciones Exteriores).
Luego de septiembre de 2015 a 2016 saltó a la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Sedesol (Secretaría de Desarrollo Social).
Por último, de septiembre de 2016 a noviembre de 2018 Rubio fue subsecretaria de Hacienda y Crédito Público.
De acuerdo con Reforma, la exfuncionaria de EPN era allegada a Luis Videgaray, exsecretario de Relaciones Exteriores y Hacienda. Además, la legisladora también fue considerada como uno de los personajes que formaban parte del círculo más cercano del presidente.
Para las elecciones de 2018, Vanessa Rubio se lanzó como coordinadora de campaña de su exjefe José Antonio Meade, abanderado por la coalición entre el PRI, PVEM (Partido Verde Ecologista de México) y el extinto Panal —partido fundado por Elba Esther Gordillo.
Finalmente, su equipo perdió la elección pero Rubio logró un lugar en la Cámara de Senadores, como senadora plurinominal.
