Ayer, jueves 15 de junio, les informamos que el presunto asesino y agresor de Valeria había sido encontrado sin vida en su celda en el penal Neza-Bordo. De acuerdo con los primeros reportes, la mañana de ayer, los vigilantes de la cárcel encontraron ahorcado a José Octavio Sánchez Razo. El hombre detenido el pasado 10 de junio se encontraba en una zona especial del penal, por lo que no tenía contacto con el resto de la población del centro de detención del Estado de México. Esta versión dejó muchas cosas al aire y alimentó teorías de la conspiración. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México confirmó esta hipótesis después de practicarle la necropsia: las heridas que presenta el cuerpo del probable responsable de feminicidio coinciden con los signos de ahorcamiento.
La Fiscalía descartó que el presunto autor del asesinato de Valeria fuera víctima de agresiones por parte de los otros internos, pues su cuerpo no presentaba lesiones provocadas con anterioridad, aunque las autoridades aún se encuentran a la espera de los resultados de genética y química para conocer si fue sujeto de algún tipo de abuso sexual durante su permanencia en el penal Neza-Bordo. Por otra parte, el diario El Universal compartió que fuentes de la procuraduría mexiquense les dijeron que el material genético encontrado en el cuerpo de la niña de 11 años corresponde con el del probable responsable. Esta misma información fue confirmada anoche en el noticiario En Punto, de la periodista Denise Maerker, por el Comisionado de Seguridad estatal Eduardo Valiente.
— Risco (@jrisco) 16 de junio de 2017
Para algunos, este manejo por parte de las autoridades del Estado de México parece como si le dieran carpetazo al caso. Y para como se manejan las cosas en nuestro país, la duda y ese sentimiento de que no se hizo justicia permanecerá ahí.