Alberto Fernández ya está en México pero antes tuvo que resolver un escándalo —las vacunas VIP— que puso en el ojo del huracán al Ministerio de Salud de Argentina y cuyo director ya renunció por apañar cerca de tres mil dosis de la Sputnik V para funcionarios, políticos y figuras cercanas al gobierno, saltándose el plan de vacunación que tiene como prioridad a los adultos mayores y el personal médico.
Desde que varios países iniciaron el plan de vacunación contra el COVID-19 no han faltado casos de gandallas que han buscado su bienestar por encima del personal médico que está en la primera línea de batalla o los adultos mayores —en México ha habido varios casos, al igual que en Estados Unidos, Canadá o Perú— peeeeeero el caso de Argentina involucró un plan ilegal orquestado desde el mismo Ministerio de Salud.
Vacunas VIP: el apañón de políticos de Argentina con la Sputnik V
El viernes 19 de febrero estalló el caso de las vacunas VIP en Argentina luego de que un periodista declaró en la radio que ua había sido vacunado con la Sputnik V en el mero Ministerio de Salud gracias a su compa, el aún ministro Ginés González.
Esta declaración causó un montón de ruido hasta que la población argentina terminó por conocer que existía una listota que incluía a funcionarios y políticos cercanos al gobierno para que tuvieran acceso a la vacuna Sputnik V sin formar parte del grupo prioritario —personal médico y adultos mayores.
¿Qué pasó después? Se supo que el exministro Ginés González había apartado cerca de tres mil dosis de la vacuna rusa para este grupo VIP.
Ese mismo día, el presidente Alberto Fernández pidió la renuncia de Ginés González, quien desde la llegada de la vacuna contra el COVID-19 —el 24 de diciembre de 2020— coordinó el plan de vacunación que tiene como objetivo alcanzar una especie de inmunidad de rebaño.
Además, Ginés González también fue el encargado de evitar que los hospitales colapsaran en las dos olas de la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, a la par esta área del Ministerio de Salud también se enfocó —con la dirección de Ginés González— de vacunar a funcionarios, empleados públicos y otros personajes como el periodista Horacio Verbitsky por encima de la población prioritaria.
Este caso de las vacunas VIP generó el descontento e indignación entre la ciudadanía y al tiro tuvo que entrar el presidente Alberto Fernández para quitar a Ginés González del Ministerio de Salud y nombrar a Carla Vizzotti como sustituta.
Vale decir que Vizzotti ha argumentado que se trató de un caso aislado en el Ministerio de Salud y toda esta operación de las vacunas VIP fue aislada.
En Perú también
Días antes de que Argentina supiera de las vacunas VIP, en Perú surgió otro escándalo relacionado con la vacunación de un expresidente y altos funcionarios.
¿Cómo? De acuerdo con las denuncias, meses antes de que la vacuna contra el COVID-19 llegara a Perú, el expresidente Martín Vizcarra recibió la vacuna desarrollada por la farmacéutica china Sinopharm. Esto sucedió en octubre en contexto del estudio clínico que realizaba la empresa en tierras peruanas.
Pero la vacunación también alcanzó a altos funcionarios del gobierno interino de Francisco Sagasti como la ministra de Salud y de Relaciones Exteriores, quienes ya renunciaron al cargo.
Una de ellas, Esther Elizabeth Astete, encargada del ministerio de Relaciones Exteriores, decidió no recibir la segunda dosis de la vacuna, reconociendo el error que cometió.
De acuerdo con las investigaciones, en Perú también existe una lista de 487 personas —entre ellos el expresidente y sus colaboradores más cercanos así como su familia, esposa y hermano— fueron recibieron la vacuna china, al menos, la primera dosis.
El jefe de los ensayos clínicos explicó ante la Comisión de Fiscalización del Congreso peruano que el mismo expresidente fue quien pidió la vacuna para él y su esposa. Esto supuestamente sucedió a inicios de octubre en el Palacio de Gobierno.
En contraste, el país recibió el primer lote de la vacuna Sinopharm —300 mil dosis— en febrero mientras algunos funcionarios ya estaban vacunados.