El exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, dejó una deuda de más de 55 mil millones de pesos, en su contra pesan once órdenes de aprehensión —diez del fuero local y una del fuero federal— y la Interpol ha girado ficha roja en su contra. Al exmandatario priista se le acusa de desviar más de 10 mil millones de pesos de fondos públicos a su partido político. Durante los seis años de su administración, Duarte Jáquez retuvo 10% del salario de 700 trabajadores estatales. De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), a todo esto ahora se le puede sumar el robo de unas 900 vacas —compradas con financiamiento gubernamental— y que originalmente iban destinadas a ganaderos afectados por dos años de sequía.
¿Cuál fue el destino del ganado? El reportaje indica que la mayoría de los mil 408 animales —importados de Nueva Zelanda— terminaron engrosando las filas vacunas en los ranchos del exgobernador de Chihuahua y su amigo, el priista Roberto Sandoval, exgobernador de Nayarit, investigado por la Procuraduría General de la República por riqueza inexplicable, hechos de corrupción y peculado. A mediados de 2014, relata MCCI, el gobierno de Chihuahua implementó un programa de “repoblamiento de cría” al cruzar reses extranjeras con locales. El programa implicaba importar más de mil cabezas de ganado por las que se pagaron cerca de 11 millones de pesos.
De las mil 408 cabezas de ganado Heredford y Angus, al menos 903 fueron a parar a los ranchos de César Duarte Jáquez y compañía; 682 a Nayarit, a los ranchos de la familia y amigos de Roberto Sandoval, con la excusa de que en Chihuahua había sequía y que “de no hacerse el traslado, las vaquillas iban a morir de hambre”. Solamente 145 animales llegaron a productores de Chihuahua.
Por el otro lado, pequeños ganaderos, que realmente necesitaban las reses, “se quedaron con los estragos por las escasas lluvias y encima perdieron hasta 20 mil pesos por el crédito que tuvieron que solicitar para adquirir animales que nunca les llegaron”.
¿Dónde quedaron las vacas?
De acuerdo con investigaciones del Gobierno de Chihuahua, citadas por Mexicanos Contra la Corrupción, la Unión Ganadera División del Norte, una agrupación de productores fundada en 2005 por el mismo César Duarte Jáquez y su colaborador Carlos Hermosillo, exdiputado federal que falleció el 20 de marzo pasado, fungió como intermediaria en la trama.
El plan original señalaba que dicha unión debía entregar el ganado a los pequeños productores y financiarlo a través de préstamos con intereses de menos del siete por ciento anual. Sin embargo, el esquema para distribuir las cabezas de ganado consistió en que la Unión Ganadera División del Norte recibía los animales, otorgaba créditos a pequeños productores y hasta que estos hacían el pago, les entregaban las vacas.