En contra de lo que dicen las autoridades de dos de las principales instituciones de enseñanza superior del país, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, asegura que no hay bronca: que se vengan para México todos los “dreamers” que sean. Al fin hay capacidad de sobra para hacer frente a la demanda de espacios para que continúen con sus estudios.
¿En serio? Bueno, eso que se lo diga a tantos alumnos que año tras año hacen examen de admisión y son rechazados.
“Si ustedes toman las cifras del año pasado, fueron aproximadamente 200 mil los mexicanos repatriados a nuestro país. De esos 200 mil, únicamente dos mil calificaban para entrar a alguna universidad. Ahora cuando se apruebe la iniciativa preferente del presidente será muy fácil la absorción de dos mil estudiantes”.
Uhhh así está fácil. Nada más es de ya tener la idea de rechazar a 198 mil nuevos estudiantes. Además, señaló el de la SEP, no nada más serán rechazados de una o dos universidades… digo, no nada más habrá espacio en una o dos instituciones, “sino que eventualmente se pueden distribuir en muchas universidades, o sea que de mantenerse la misma tendencia del año pasado hay capacidad de sobra porque dos mil estudiantes se pueden absorber sin ningún problema”.
Nuño adelantó que próximamente será presentado el programa “Somos México”, el cual se dedicará a canalizar a los jóvenes deportados tan pronto lleguen a suelo nacional… “particularmente del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA)”.
Aun cuando el flamante programa priorizará la educación para los adultos, el titular de la SEP señaló que los jóvenes cuya necesidad es la educación superior serán bien cubiertos… no le hace que se duplique o triplique la cifra que anualmente se presenta (aproximadamente 100 mil). “Si estuviéramos hablando de millones, pues a lo mejor sería más complicado, pero no estamos hablando de esas cifras, hay que verlas, y por eso incluso si se duplican, si se triplican habría capacidad instalada entre todo el sistema educativo superior para dar cabida a los jóvenes que regresen hacer sus estudios de licenciatura a México”.
Apenas el año pasado unos 250 mil jóvenes fueron rechazados de las universidades públicas. De acuerdo con La Jornada, en 2015 hicieron el examen de ingreso a la UNAM 208 mil aspirantes y sólo 9% obtuvo un lugar. En lo que respecta a la UAM concursaron 96 mil y fueron aceptados alrededor de 10 mil. En el IPN la cosa no cambio mucho: de 98 mil aspirantes fueron aceptados 2 de cada diez.
Pero hay lugar de sobra…